El edificio del Archivo de la Chancillería de Valladolid se encontraba de unas condiciones penosas en la primera década del siglo XX, debido en gran medida a la dejadez de la administración judicial que lo gestionaba por entonces, al no apreciar "utilidad alguna" en los documentos conservados en el "archivo viejo".
Tan catastrófica llegó a ser la situación en el edificio del archivo que, en el momento en que el Ministerio de Instrucción Pública pasó a hacerse cargo definitivamente del archivo en 1908, se ordenó el cierre inmediato de las instalaciones por el alto riesgo de derribo con la documentación en su interior, situación que hubo de mantenerse hasta que el edificio pudiera ser consolidado y reparado*.
Desde ese momento crítico, la situación en el antiguo edificio de depósitos se mantuvo más o menos igual hasta que en la década de los años 60 del pasado siglo, la Audiencia Territorial de Valladolid desaloja las instalaciones contiguas, donde había venido administrándose justicia desde la desaparición de la Real Chancillería de Valladolid en 1834.
Es entonces cuando se plantea la construcción de un nuevo edificio, adosado al anterior, que sirva para albergar la documentación que venía conservándose en el depósito antiguo, con unas condiciones óptimas para su conservación y uso, pudiendo cumplir con los estándares más novedosos para las instalaciones de depósitos de archivo.
El nuevo edificio de depósitos se concluiría en 1972 y empezaría a entrar en funcionamiento al año siguiente, una vez que la documentación pudo ser trasladada y acondicionada en sus nuevas instalaciones. Desde entonces, este edificio ha sufrido tan sólo ligeras adaptaciones para poder introducir nuevas estanterías modulares que amplian el espacio disponible, así como unas mejoras en el sistema de climatización y protección contra incendios.
* Guía del Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, 1998. pp 43-45.