El monasterio de San Román de Entrepeñas se encontraba enclavado en las proximidades de la localidad de Santibáñez de la Peña (Palencia) y constituiría, al amparo del castillo sito en sus inmediaciones, uno de los baluartes defensivos y de la Repoblación más importantes durante los siglos IX y X, de modo que hasta sería objeto de una destructiva campaña por parte de Almanzor hacia el año 995. De su gran importancia en la Edad Media nos habla el hecho de que San Román de Entrepeñas diera nombre al propio arciprestazgo en el que se encontraba, constatándose dicha importancia en lo económico en el Becerro de las Behetrías de mediados del siglo XIV, en el que se referencian hasta once poblaciones que dependían del monasterio.
En la importante biblioteca que el monasterio llegaría a formar, destacaría sobremanera un códice con los Morales de Job, del que solamente se ha conservado un fragmento en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, y al que José Manuel Ruiz Asencio sitúa en el Reino de León como muy tarde en el siglo XI, siendo probable que fuera reflejo de los permanentes contactos que los Beni Gómez, condes de Saldaña y familia fundadora del cenobio, establecieron con el Califato de Córdoba durante el siglo X. Así, tales señores bien pudieron hacer traer desde Córdoba un lote de códices para la institución monástica que ellos habían fundado, y en la cual era imprescindible la existencia de libros de ciencias como las Etimologías o la lectura espiritual necesaria a la comunidad representada por los Morales del Papa San Gregorio.
El folio apareció en un pleito que se siguió ante la Real Chancillería entre el Monasterio de San Román de Entrepeñas y el concejo de Respenda de la Peña (Palencia) sobre la posesión de un término que el representante del concejo llama los Casares y el procurador del monasterio llama San Bol, denominación ésta que es la que se impone (PL CIVILES,ZARANDONA Y WALLS (F),CAJA 973,1/974,1).
El monasterio presentaría varias pruebas documentales que darían origen a las sentencias favorables. Entre aquellas figuraba un cuadernillo de ocho folios en papel en letra cortesana de fines del XV, que contenía una copia que realizó el 24 de noviembre de 1473 el escribano de Palencia, Fernán Vázquez de Portugal, de un apeamiento que había hecho don Pedro de Tossantos, abad de San Zoilo de Carrión, el 24 de noviembre de 1450, del término de San Bol. La razón del apeamiento y amojonamiento era que los vecinos de los concejos comarcanos habían invadido el término y derribado los mojones.
Encuadernando este cuadernillo se encontró el folio de pergamino de los Morales de San Gregorio, como guarda para su conservación.