Tras la Guerra de la Independencia (1808-1814) Fernando VII impondrá la vuelta al absolutismo del Antiguo Régimen, rechazando la Constitución de Cádiz de 1812 y persiguiendo y reprimiendo a los liberales y afrancesados. Ante ello, Rafael del Riego (1784-1823) y Antonio Quiroga (1784-1841) encabezarán un pronunciamiento militar en Las Cabezas de San Juan (Sevilla) el 1 de enero de 1820, reclamando la vuelta de la Constitución de 1812 y el establecimiento de una monarquía constitucional. La insurrección triunfará rápidamente en toda España, viéndose obligado Fernando VII a acatar la constitución gaditana y la instauración de un régimen liberal, conocido como “Trienio liberal” o “constitucional”.
Fernando VII, sin embargo, no dejaría de instigar contra el nuevo régimen, desembocándose así, con el concierto de las potencias europeas, en la invasión en abril de 1823 de un ejército en su mayor parte francés, conocido como “los Cien Mil Hijos de San Luis”, para derrocar al gobierno liberal y reinstaurar a Fernando VII como monarca absoluto. Tras la derrota del ejército constitucional, por decreto de 1 de octubre de 1823, se abole la obra del Trienio, pasándose a realizar una represión atroz de todos los simpatizantes y milicianos del régimen liberal, muchos de los cuales serán ajusticiados y exiliados a Francia e Inglaterra, comenzando por sus propios cabecillas. Así, Riego será ejecutado y Quiroga huiría a Inglaterra tras su última derrota en La Coruña.