Pero la mayor parte de las probanzas que se abdujeron, y si cabe las más interesantes, fueron informaciones testificales con las que se pretendió la reconstrucción precisa de los acontecimientos por testigos oculares. Entre ellas figuran decenas de declaraciones de maestres, marineros, pilotos y otra gente de mar que relatan, desde la perspectiva de cada uno de sus barcos, los hechos vividos en el canal de Walcheren. Destacan las obtenidas en Portugalete en julio de 1574, con la mayoría de los testigos alistados en la armada que preparaba el adelantado Pedro Menéndez de Avilés, nombrado capitán general de la Armada de Poniente y del Canal de Flandes inmediatamente después de fracasar el socorro a Middelburg y hacerse efectiva la pérdida de Zelanda.
La mayoría de las declaraciones de los mandos militares y de la gente de guerra tuvieron lugar en Amberes, ante el auditor de la Armada de Flandes, e incluyen los testimonios de Juan Martínez Recalde, el vicealmirante Jacob Joosen o Juan de Romboots, capitán de la galera La Fe Católica.
Ante el Burgomaestre y Consejo de la ciudad de Brujas declararon los cónsules Cristóbal Pesquier y Pedro de Melgar, junto a otros mercaderes de la nación española y de naciones extranjeras residentes en Amberes, Brujas, Dunquerque o Calais y estantes entonces en Middelburg. Asimismo, se recabaron testimonios en Valladolid, Burgos, Sevilla y otros lugares de la Península de mercaderes que negociaban con el norte de Europa.Salto de línea