A lo largo de todo el proceso judicial y los múltiples testimonios incorporados, podemos llegar a entrever el alto grado de superstición popular existente en la Castilla del siglo XVI, utilizándose ésta muchas veces como treta para conseguir determinados intereses materiales como en este caso la anulación de la compraventa de la casa en cuestión. Además, el hecho de que ninguna autoridad eclesiástica interviniera, aparentemente, en los hechos, junto con la sentencia desestimatoria del corregidor, con un conocimiento directo y cercano al asunto del pleito, restaría credibilidad al mismo. Por otra parte, la estimación de la demanda por los oidores de la Chancillería dejaría mucho que desear, ya que se les presuponía un mayor nivel de conocimiento y profesionalidad jurídica que a los jueces inferiores.
En cualquier caso, no está de más dejar un cierto margen para la parapsicología y la posibilidad de la existencia de nuestro "malvado duende", dando cobertura así y justificación a la extraña decisión de los oidores.
Desde el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid os invitamos a conocer de primera mano los detalles de este caso y las andanzas del "duende de Peñafiel".