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Mª Micaela Lacunza Ezcurra fue la primera mujer colegiada en los Colegios Profesionales de San Sebastián y Pamplona en 1927. Formó parte de un reducido núcleo de seis mujeres españolas abogadas pioneras que pudieron defender un caso en los Tribunales de Justicia Española antes de la Guerra Civil.
Nació en Pamplona el 29 de septiembre de 1900. Era la menor de siete hijos nacidos del matrimonio entre José María Lacunza Vidaurre, de profesión maestro y natural de Riezu y Celedonia Ezcurra Vaquedano, natural de Lerate. María Micaela fue inscrita en el Registro Civil correspondiente bajo los iniciales apellidos de Lacunza Vidaurre, al mediar error de la matrona en la determinación del segundo apellido. No es hasta años más tarde, el 27 de enero de 1916, y a instancia de su padre ,cuando se procede a la rectificación de los apellidos, siendo entonces los datos correctos de nuestra biografiada los de María Micaela Lacunza Ezcurra.
En 1937 contrajo matrimonio en Castellón con Víctor Herrera Fernández (Madrid, 1909-1959), de cuya unión nacerá su único hijo Victor-Jorge Herrera Lacunza (1938).
María Lacunza falleció en Valencia el 4 de mayo de 1984. Desde junio de 2007, da nombre a una calle de Pamplona conmemorando su papel como la primera abogada de Navarra.
Mª Micaela Lacunza Ezcurra realiza los estudios de enseñanza secundaria en el Instituto de Vitoria, verificando el grado de bachiller al amparo de lo dispuesto en el Real Decreto de 10 de Marzo de 1917.
Como estudiante brillante que fue, de lo cual dan muestra las doce matriculas de honor que obtuvo, una vez concluido el bachillerato inicia los estudios universitarios de Derecho en la Universidad Central de Madrid (curso 1920-21), matriculándose entonces en las asignaturas correspondientes al periodo preparatorio de la modalidad de enseñanza no oficial. Después, decide obtener el título como Licenciada en Derecho, para lo cual se matricula inicialmente en la Universidad de Zaragoza , donde asistirá a las primeras clases. Posteriormente, se traslada de nuevo a Madrid donde finalizará los estudios universitarios en mayo de 1926. El correspondiente título de Licenciada en Derecho se le expide el 26 de enero de 1927. Durante estos años que pasa en Madrid como universitaria estuvo viviendo en la Residencia de Señoritas en calidad de interna.
María Lacunza se convierte así en la primera mujer pamplonesa en obtener la licenciatura en Derecho. En ese mismo mes de enero solicitará la admisión en el Colegio de Abogados de Pamplona, en el que sería aceptada. En concreto, Lacunza fue admitida en el Colegio de Abogados de San Sebastián el 17 de febrero de 1927.
En febrero de 1932 María Lacunza intentó obtener una beca para trasladarse a la ciudad de Nueva York por unos meses. El objetivo de este viaje a los Estados Unidos era estudiar todo lo referente a reformatorios de menores por una investigación que estaba llevando a cabo, y le interesaba conocer la realidad de dichas instituciones en territorio estadounidense. Por ello, contactó con el ministro Marcelino Domingo, a través de Santiago Valiente Oroquieta , quien escribió a la profesora española Carolina Marcial Dorado y al profesor Federico de Onís , ambos miembros del Departamento de Español de la Universidad de Columbia (Nueva York) , solicitando un puesto para María. Lamentablemente contestaron que no había vacantes. Además, Carolina Marcial, por su cuenta, había escrito al Carnegie Endowment for International Peace (Washington) , desde donde le habían comunicado que tampoco disponían de becas de estudios para la abogada en ese momento.
Por todo ello, María Lacunza tomó posesión como auxiliar interina en el Ministerio de Agricultura, Industria y Comercio ; en concreto, en la Inspección General de Servicio Social-Agrario, que más tarde se convertiría en el Instituto de Reforma Agraria (IRA) . En pocos meses ascendió a la categoría de oficial de 3ª y ocupó el cargo de secretaria de una comisión de estudios en materia de reforma agraria desplegada en diversos países (Alemania, Austria, Hungría, Turquía, Rumanía, y Polonia). Cesará en este cargo el 11 de noviembre de 1936, a raíz del estado en el que se encontraba el paí sumido en la guerra civil y el gobierno republicano le ordenó su traslado a la ciudad de Valencia, donde continuará con sus funciones auxiliares administrativas.
Al finalizar la guerra, María Lacunza, que no perteneció a partido u organización política alguna, fue sometida a expediente de depuración en 1940 y se dispuso su readmisión al servicio del Estado, pero con una sanción de inhabilitación para el desempeño de puestos de mando y su traslado forzoso a la ciudad de Sevilla.
Lacunza, políticamente depurada y por circunstancias familiares, optó por renunciar a esta readmisión y permaneció viviendo en Valencia, donde nunca volvió a ejercer su profesión.
Expediente de Mª Micaela Lacunza Ezcurra de la Facultad de Derecho
Expediente de Mª Micaela Lacunza Ezcurra de la Facultad de Derecho conservado en el archivo de la Universidad de Zaragoza.
Expediente de Mª Micaela Lacunza Ezcurra de la Facultad de Filosofía y Letras
Expediente de Mª Micaela Lacunza Ezcurra de la Facultad de Filosofía y Letras conservado en el archivo de la Universidad de Zaragoza.