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Nacido en la ciudad malagueña de Ronda, Vicente Espinel (1550-1624) respondió a lo que se conoce como un auténtico humanista del Siglo de Oro español
Poeta, novelista y músico. Se inició en la música con su primer profesor de Gramática, Juan Cansino, mientras todavía se encontraba estudiando en su ciudad natal. Posteriormente, estudió en la Universidad de Salamanca, concretamente en la Facultad de Artes entre 1570 y 1572. Tras no poder alistarse en una flota promovida por el rey Felipe II inició un periplo por diferentes ciudades, no solo de España sino también de Italia y Flandes, un hecho que nos habla de su faceta más aventurera.
Desde sus años de estudiante en Salamanca y Alcalá de Henares, frecuentaría círculos de nobles cultos, rodeándose de literatos y músicos de la época. En sus viajes contó con el respaldo de personalidades importantes del momento, por ejemplo, durante su estancia en Milán frecuentó la corte de los Gonzaga y conoció el ambiente literario y musical de la ciudad:
“[…] aquella república es tan abundante de todas las cosas, eslo también de hombres muy doctos en las buenas letras y en el ejercicio de la música […]. Tañíanse vihuelas de arco con grande destreza, tecla, arpa, vihuela de mano, por excelentísimos hombres en todos los instrumentos […]”.
Mientras que en Flandes se pondría al servicio de Alejandro de Farnesio , duque de Parma, militar y hombre del gobierno al servicio de España. A su regreso a Ronda, se ordenará sacerdote, obteniendo un puesto eclesiástico. En el Archivo General de Simancas se conserva un documento que le describe como “buen latino, buen cantor de canto llano y de canto de órgano”
Este es otro aspecto importante de su personalidad, la música. Tocaba muy bien la guitarra con la que cantaba e improvisaba. La leyenda cuenta, ya en vida de Espinel, que perfeccionó el instrumento añadiéndole una quinta cuerda. Como compositor, a diferencia de sus obras literarias, estudiadas y reeditadas hasta hoy, no se ha conservado ninguna pieza musical, aunque gracias a diferentes fuentes que nos han llegado hasta la actualidad, se sabe que habría compuesto diferentes piezas, como por ejemplo las realizadas para la capilla del obispo de Plasencia.
Como poeta, propuso una nueva combinación métrica y rítmica que se llamaría décima o «espinela» , en su honor. Sus vivencias y andanzas por el mundo le sirvieron para escribir su obra más famosa: la novela picaresca Vida del escudero Marcos de Obregón (Madrid, 1618). En verdad, fue un hombre de acción que cultivaba las artes, como lo había sido Garcilaso de la Vega . También fue amigo de Cervantes , Góngora , Quevedo y Lope de Vega . Este último le dedicó un poema que comienza así:
"A mi maestro Espinel
haced, musas, reverencia,
que os ha enseñado a cantar
y a mí a escribir en dos lenguas […]”
Fue tal su fama, que mereció ser incluido en la muy difundida publicación Retratos de los Españoles Ilustres (1791-1819) que estampó la Calcografía Nacional El suyo lo dibujó José Maea y fue grabado por Luis Fernández Noseret; apareció en el decimosexto cuaderno (1803), del que se conserva un ejemplar en el Archivo Histórico de Nobleza
La figura de Vicente Espinel no gozó de excesiva fama historiográfica hasta finales del siglo XIX, cuando eruditos como Juan Pérez de Guzmán analizaron al personaje a través de su obra, en cierto modo autobiográfica, Vida del escudero Marcos de Obregón .
Ya en el siglo XX debemos referirnos a otros investigadores como es el caso del filólogo y profesor universitario estadounidense George Haley. Formado en la Universidad de Brown, en 1954 viajó a España con el objetivo de indagar sobre la trayectoria vital de Vicente Espinel y por ello, acudió al Archivo Histórico Nacional y al Archivo General de Simancas.
Fruto de sus investigaciones, la Universidad de Brown publicó en 1959 su estudio Vicente Espinel and Marcos de Obregón: A Life and its Literary Representation . El filólogo solicitó al archivo simanquino permiso para reproducir algunos de los documentos que habían servido para dar sustento a su estudio crítico.
George Haley supo desmarcar con maestría aquellos aspectos de la vida de Marcos de Obregón que reproducían la propia vivencia de Espinel y aquellos que, simplemente, formaban parte de la propia creación literaria, como es el caso de la cautividad en Argel y que el poeta y músico de Ronda no había experimentado.
Este primer trabajo de Haley, que le valió amplio reconocimiento, fue seguido por una producción científica extensa en la que pudo seguir ahondando en otros escritores del Siglo de Oro español como Lope de Vega y Cervantes. Su carrera académica y docente, vinculada a la Universidad de Chicago, se extendió a lo largo de más de tres décadas.