El Ministerio de Cultura da comienzo a las obras de consolidación y restauración del baluarte de San Narciso de la fortaleza de San Fernando en Figueres (Girona)

• La inversión en esta nueva fase de restauración del emblemático monumento, declarado Bien de Interés Cultural y considerado uno de los ejemplos más brillantes de la ingeniería militar española, asciende a 758.120 eurosSalto de línea
• La intervención del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) pretende concluir la recuperación de la cara sur y del flanco oeste del castillo gerundense

El Ministerio de Cultura, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), ha dado comienzo esta semana a las obras de consolidación y restauración del baluarte de San Narciso de la fortaleza de San Fernando en Figueres (Girona). Se trata de una nueva fase del Plan Director de este monumento defensivo, dotada con una inversión de 758.120 euros, que se suma a los diversos trabajos de restauración que se llevan realizando en el castillo desde hace más de dos décadas.

El proyecto actual se centrará en el baluarte de San Narciso. Situado en el extremo sureste, es uno de los cinco baluartes que componen esta imponente fortificación pentagonal, de traza irregular aunque simétrica, construida a mediados del siglo XVIII.

En concreto, las obras que se acaban de iniciar tienen como objeto concluir la restauración de la cara sur y el flanco oeste, recomponiendo la estructura interior que soportaba los merlones, parapetos y cañoneras, además de la restauración de la escalera que relacionaba el nivel del foso del baluarte con la plataforma superior de las cortinas. Esta recuperación del recinto interior del baluarte es uno de los ejes principales de actuación definidos por el Plan Director que guía los trabajos desde 2001.

Asimismo, se prevé el saneamiento del espacio entre los dos muros de la cortina sur, actualmente lleno de escombros. La limpieza de este espacio sacará a la luz una cantidad importante de restos pétreos esculpidos procedentes del desaparecido polvorín, lo que permitirá apreciar la calidad del trabajo de talla y la monumentalidad de su escala arquitectónica.

Anteriores intervenciones

La última intervención por parte del IPCE se produjo en los años 2019 y 2020 y se centró en la restauración de las cortinas del flanco norte y la cara este y parte de la cara sur. Al realizar las prospecciones arqueológicas de esta zona, aparecieron grandes estructuras de partes del polvorín de la fortaleza con un estado de estabilidad muy deficiente, por lo que se realizó también una obra de emergencia para la salvaguardia de dichos elementos.

El inicio de la recuperación de la fortaleza se remonta al año 2000, cuando el IPHE (actual IPCE) comenzó con la restauración de la cubierta del Palacio del Gobernador. Desde entonces, diferentes organismos además del Ministerio de Cultura -entre ellos, el Ministerio de Defensa o el Ayuntamiento de Figueras- han intervenido en varias partes de esta compleja fortificación, como las garitas, la puerta avanzada, la cortina sureste, el hospital, parte del arsenal, las rampas del baluarte de Santa Bárbara o la plaza de armas del Rosario, entre otras.

Ejemplo de ingeniería militar

La Fortaleza-Castillo de San Fernando de Figueres es un bien propiedad del Estado adscrito al Ministerio de Defensa y cedido al Consorcio del Castillo de Figueres. En 1988 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y es considerado uno de los ejemplos más brillantes de la ingeniería militar española. Con una superficie de 215.000 metros cuadrados y un perímetro de cuatro kilómetros, ocupa una colina que domina la ciudad y permite una amplia vista panorámica del Alto Ampurdán. Fue diseñado y construido entre 1753 y 1766 por el ingeniero militar Juan Martín Zermeño como fortaleza abaluartada de doble recinto, siguiendo el sistema defensivo de tipo ‘Vauban’. A pesar de haber perdido buena parte de su importancia estratégica, desempeñó un papel destacado en la Guerra contra Francia (1794), en la Guerra de la Independencia (1808-1812) y en la Guerra Civil (1936-1939). En él se reunieron, por última vez, las Cortes de la II República, antes de pasar al exilio.