Número de inventario: 40010.
Huesos de cordero. 1,5 x 2,9 x 2 cm.
El juego de las tabas es un juego de gran tradición, conocido desde la Antigüedad clásica, y uno de los más populares entre las niñas; nunca fue un entretenimiento masculino. Es un juego de destreza en el que se utilizan siete tabas y una “pita”. Las tabas son huesos del juego de la rodilla de las patas traseras de los corderos, que en ocasiones se pintaban de diferentes colores, como podemos comprobar aquí donde hay nueve moradas, catorce azules y nueve rojas. Cada uno de sus cuatro lados recibía un nombre diferente, que variaba según la zona geográfica. La pita era una bola de cristal, como las canicas, o una bola de barro alisada y secada al sol.
El juego consiste en lanzar al mismo tiempo la pita a lo alto y dejar caer las tabas, recogiendo la pita antes de que cayese al suelo. A continuación se volvía a lanzar la pita al tiempo que se intentaba mover las tabas de manera que quedara arriba el lado que se quería, todo ello muy rápido para recoger la bola antes de que tocara el suelo. En una segunda tirada se recogían las tabas que estaban del lado correspondiente y se intentaba volver los huesos que no mostraban el lado correcto. Esta operación se repetía por cada uno de los cuatro lados de la taba. Si la pita caía al suelo, la niña perdía la jugada y comenzaba a jugar otra. El juego terminaba cuando una de las participantes realizaba todas las jugadas.
CGHR