Año de inscripción: 2006
El puente de Vizcaya es una construcción excepcional de la arquitectura del hierro característica de la Revolución Industrial, al combinar la tecnología de este metal con un innovador uso de cables de acero. Fue el primer puente colgante transbordador del mundo, y sirvió de modelo a muchos otros similares en Europa, África y América, siendo el mejor conservado de los que quedan en pie y el único que mantiene su uso original.
Se trata de un puente transbordador de peaje, situado en la boca del estuario del río Ibaizabal que une las localidades de Getxo y Portugalete. Representa el punto culminante de una larga tradición cultural vinculada a la elaboración y uso del hierro vizcaíno, un metal intensamente explotado desde época romana. A mediados del siglo XIX las nuevas técnicas de producción e intercambios de la Revolución Industrial hicieron que la exportación y transformación del mineral de hierro se convirtieran en el principal motor de desarrollo de la economía vasca y en este contexto el arquitecto Alberto de Palacio diseñó en 1887 un puente transbordador destinado a solucionar los problemas de transporte que afectaban a la desembocadura del río Ibaizabal. Con la influencia de la filosofía constructiva de Gustave Eiffel y la aportación decisiva de Ferdinand Arnodin, conocido por la creación de los “cables cordón”, el Puente se inauguró el 28 de julio de 1893.
En el año 2006 pasó a formar parte de la Lista de Patrimonio Mundial por ser una obra sorprendente que combina perfectamente belleza, estética y funcionalidad y por su carácter innovador desde el punto de vista tecnológico y su condición de pionero en este tipo de construcciones. En la actualidad es el mejor conservado con estas características y su estructura fija por la que se desplaza una barquilla suspendida o góndola, permite transportar media docena de automóviles y dos centenares de personas sin interferir en la navegación.