Nicosia se caracteriza por la presencia de diversas culturas europeas que han dejado su sello durante los distintos periodos de dominación. Su nombre proviene del siglo XII bajo el reinado lusitano (1192-1489). Fue la capital de la isla durante la época bizantina. Las fortificaciones, que fueron reforzadas bajo la ocupación veneciana (1567-1570), se han conservado intactas hasta hoy, y para su restauración fueron sacrificados un gran número de importantes edificios medievales. Estas fortificaciones fueron respetadas durante la ocupación otomana, y tras tres siglos de estancia, quedó una destacada impronta islámica en los edificios cristianos.
En 1974 la ciudad fue dividida en dos sectores gobernados por Grecia y Turquía. Desde 1979, los representantes de ambos países hicieron un gran esfuerzo por restaurar la histórica ciudad fortificada en un primer proyecto conjunto con el fin de proteger el patrimonio arquitectónico y urbano.