María Lejárraga (1874-1974)

María de la O Lejárraga García fue maestra, pedagoga, novelista, dramaturga, libretista, articulista, editora, traductora, feminista y diputada.

Fue una de las figuras más relevantes en el panorama español de las letras en general, y del teatro en particular. Mujer de gran cultura, dominaba varios idiomas y tradujo obras de Shakespeare, Musset, Dante y Maurice Maerterlinck, este último de vital importancia para el movimiento modernista españolNueva ventana.

Comenzó a colaborar literariamente con el dramaturgo Gregorio Martínez SierraNueva ventana con quien se casó en 1900. Participaron en revistas modernistas como “Germinal”, “El País”, “Vida nueva" y “La vida literaria”. En 1903 fundaron “Helios"Nueva ventana , lo que afianzó su amistad con Juan Ramón JiménezNueva ventana y en 1907 “Renacimiento”; en 1911 publicaron “Canción de cuna”, que les hizo ya conocidos en el mundo teatral y fue llevada al cine en varias ocasiones en España, Hollywood y Argentina.

En 1916 pusieron en marcha, en el teatro Eslava de Madrid, el proyecto denominado "Teatro de Arte" (1916-1925)Nueva ventana, con el que estrenaron obras de la propia María y su esposo, de Bernard Shaw, Ibsen y Federico García Lorca, entre otros muchos; también colaboraron compositores como Conrado del Campo, Pablo Luna, María Rodrigo, Amadeo Vives, Julián Bautista, Joaquín Turina, José Mª Usandizaga y Manuel de Falla.

Especialmente fructífera fue su relación con el compositor Manuel de FallaNueva ventana, con quien mantuvo una intensa amistad, siendo libretista de obras tan importantes como los ballets “El amor brujo” y "El sombrero de tres picos”, también escribió el libreto para la ópera cómica “Fuego fatuo” , que Falla no llegó a terminar, y los textos de las canciones “Oración de las madres que tienen a sus hijos en brazos” (1914) y “El pan de Ronda que sabe a verdad” (1915), que Falla compuso para voz y piano.

Su relación con el feminismo español e internacional comenzó en 1914, como secretaria española de la Alianza Internacional del Sufragio de la mujer (IWSA). Fue socia del Lyceum ClubNueva ventana y fundadora de la Asociación Española de Educación CívicaNueva ventana.

En 1916 comenzó su actividad como conferenciante y a publicar escritos feministas, bajo el nombre de su marido, recogidos en diversos volúmenes: “Cartas a las mujeres de España"Nueva ventana(1916), “Feminismo, feminidad, españolismo” (1917), “La mujer moderna” (1920), ”Eva curiosa” (1930), “Nuevas cartas a las mujeres” (1932) y “Cartas a las mujeres de América”, publicado ya en su exilio argentino, en 1941.

En 1931 impartió un ciclo de conferencias en el Ateneo madrileño, publicadas bajo el título de “La mujer española ante la República"Nueva ventana. Fue elegida diputada por Granada en 1933, por el Partido Socialista, trabajó en las Cortes por las reivindicaciones de los jornaleros andaluces y formando parte de su Comisión de Instrucción Pública.

Al estallar la Guerra Civil EspañolaNueva ventana, el gobierno de la II República la envió a Suiza e Italia como Agregada comercial. En mayo de 1937 fue miembro de la Delegación española en la XXIII Conferencia de la OIT celebrada en Ginebra. Se hizo cargo de una colonia de niños españoles evacuados en Bélgica. El resto de la guerra y durante la ocupación nazi de Francia, en la II Guerra Mundial, permaneció en Niza, pasando penalidades.

La muerte de su marido Gregorio Martínez Sierra, en 1947, la obligó a reivindicar la autoría de sus obras, lo que provocó despiadados ataques contra ella en España, por su pasado político. En 1953 publicó en México su obra Gregorio y yo. Medio siglo de colaboración.

Con 75 años viajó a los Estados Unidos y, más adelante, se trasladó a México, donde trabajó como traductora para las editoriales Grijalbo y Aguilar, colaboró con la prensa mexicana y pronunció conferencias para los exiliados españoles; pero por motivos salud se trasladó a Buenos Aires, su última morada. Tuvo que ganarse la vida con la traducción de obras de teatro europeas y americanas, y mediante la colaboración en diarios, revistas y en la Radio Nacional Argentina.

Murió exiliada, casi centenaria, en Buenos Aires y sin dejar de trabajar hasta el final de sus días, en 1974, a los 99 años de edad.

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María de Martínez Sierra. Estudio Alfonso (AGA) Pulse para ampliar María de Martínez Sierra. Estudio Alfonso. Archivo General de la Administración
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Pulse para ampliar Propaganda electoral femenina. studio Alfonso. Archivo General de la Administración
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