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Mika Etchebéhère: La Capitana

1.¿Quién era Mika Etchebéhère?

Mika Feldman era una militante argentina, nacida en el seno de una familia judía huida de la época zarista rusa. Nació en Moisés Ville (provincia de Santa Fé) en Argentina el 14 de marzo de 1902. Estudió Odontología en la Universidad de Buenos Aires. En ese ambiente universitario comenzó a militar en grupos políticos anarquistas, comunistas y socialistas. En esos años también conoció al que sería su marido, Hipólito Etchebéhère, líder estudiantil de origen vasco francés. Ambos entraron en el Partido Comunista Argentino en 1924, del que fueron expulsados en 1926 por sus simpatías trotskistas.

Poco después, se trasladó a la Patagonia con Hipólito y vivieron allí durante cuatro años, alternando un consultorio dentista itinerante con la investigación y la militancia política. En 1931 viajan a Europa instalándose en Berlín e iniciando una época de intensa actividad política con grupos comunistas y trotskitas. El ascenso de Hitler les obliga a abandonar Alemania y se muda a París, donde se casan para que Mika consiga la nacionalidad francesa.

2. Su estancia en España

Al producirse el triunfo del Frente Popular en España, se trasladan a Madrid y en julio de 1936 parten con una columna formada por militantes del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Durante la toma de Atienza muere Hipólito y es ahí cuando Mika empieza su escalada individual, logrando la confianza de sus compañeros de armas, ocupando el puesto de su marido, y convirtiéndose en La Capitana: la primera y única mujer con ese rango en el ejército republicano.

Sus propios milicianos la eligieron para el puesto tras mostrar su valentía al frente de la columna, dirigiendo la construcción de refugios, ocupándose de buscar alimento, abrigo… y manteniendo la moral alta. También organizó una escuela, en el Cerro del Águila, para que los milicianos aprendieran a leer y escribir mientras esperaban entrar en combate.

En 1937 fue detenida en Madrid y enviada a una checa acusada de ser trotskista. Aunque fue puesta en libertad, no se le permitió regresar al ejército, así que tuvo que permanecer en Madrid hasta días antes de la caída de la ciudad. Regresó entonces a París en abril de 1939, aunque su condición de judía y el peligro de la inminente toma de la capital por los nazis la llevaron a regresar a Argentina, donde trabajó como periodista hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Desde 1945 hasta 1968 vivió entre París y Périgny para, finalmente, retirarse a la capital del Sena, donde falleció el siete de julio de 1992.

3. Mi Guerra de España

Portada del libro: Mi Guerra de España Pulse para ampliar Portada del libro: Mi Guerra de España

En diciembre de 1976 salió a la luz la primera edición de su libro Mi guerra de España, en el que cuenta su experiencia en la Guerra Civil Española como mando de una columna del POUM.

El libro comienza contando sus vivencias en España desde el momento en el que estalla la Guerra Civil, el 18 de julio, integrándose con su marido en las milicias del POUM. Cuenta que esa primera columna motorizada estaba formada por dos camiones, tres coches, cien hombres, treinta fusiles y una ametralladora y era comandada por Hipólito Etchebéhère. Su primer destino fue Guadalajara.

Entremezcla los sucesos históricos con una narrativa ágil y precisa sobre sus sentimientos en cada momento y con cada acontecimiento, con un interesante desarrollo de su evolución, desde un primer momento en el que se encarga de velar por la limpieza de los locales, obtener ropa y comida caliente, del botiquín… hasta su etapa final como líder de la columna.

En los primeros capítulos describe su llegada a Atienza y a Guadalajara y cómo en esos momentos marcha en la parte final de la columna, con el médico y otras dos muchachas de dieciocho y dieciséis años. En una escaramuza, donde ella permanece con el médico, es cuando le llega la noticia de la muerte de su marido, momento en el que tuvo que tomar la dura decisión de dejarse vencer por la tristeza o continuar con la lucha en su honor y por sus ideales.

A partir de ese momento continúa su relato con los sucesos ocurridos en Sigüenza, incluido su asedio, encerrada en la catedral, junto con numerosos milicianos y vecinos de la ciudad, y su posterior huida antes de que la misma cayera en poder del enemigo.

Consigue llegar a Madrid y desde ahí emprende viaje de nuevo a París para relatar todo lo vivido. Finalizada su misión, regresa a España para continuar con la lucha, asentándose en Madrid tras un pequeño paso por Barcelona. En la capital madrileña se une de nuevo a las milicias del POUM en el sector de la Ciudad Universitaria.

Comienza entonces el relato de su vida en las trincheras de la Ciudad Universitaria. Allí se relaciona con Antonio Guerrero, el jefe de la milicia de la trinchera, que tras ser herido le cede el control de la misma. Gracias a su labor, consiguen que Madrid aguante y no sea tomada por las tropas nacionalistas, desplazándose después a la calle Serrano junto con la columna del POUM. Para entonces los milicianos ya la llamaban Capitana.

De la ciudad se trasladan al frente en el Cerro del Águila (en la zona que hoy ocupa el Club de Campo, limítrofe con el Pardo y Aravaca) donde concluye el relato, tras describir cómo cae el frente en manos nacionalistas con la muerte del más pequeño de los milicianos, de solo quince años.

4. Mika Etchebéhère y el Centro Documental de la Memoria Histórica

En el Centro Documental de la Memoria Histórica tenemos algunos documentos que nos hablan de Mika Etchebéhère (también conocida como Mika Feldman de Etchebéhère). Además del libro mencionado, encontramos otras tres referencias de interés

Pulse para ampliar REVISTA 14ª DIVISION. Nº 9 (CDMH. REV-00171)
Mika Pulse para ampliar FOTO DE MIKA (CDMH. REV-00171)

La primera de ellas es una pequeña reseña acompañada de una foto en la Revista 14 División, una publicación de guerra editada desde abril de 1937. Su contenido se centraba en artículos para reforzar la moral de combate, adiestramientos con las armas, reportajes didácticos e informaciones sobre el transcurso de la guerra.

En ella aparece su fotografía, con un pie de página en la que se la describe como heroína, con unas grandes dotes de mando y un enorme valor.

Llama la atención, por tanto, que su figura fuera tan conocida y admirada en el momento, como para ocupar, aunque fuera pequeño, un espacio en una revista militar.

La segunda referencia a ella en el Archivo, es un boletín de adhesión a Solidaridad Internacional Antifascista. Se trata de la solicitud de adhesión a la Agrupación Local en Madrid por parte de Mika el 3 de noviembre de 1937, con su firma original.

Boletín de Solidaridad Internacional Antifascista Pulse para ampliar Boletín de adhesión. P.S.MADRID,1903,2,fol 84.

La Solidaridad Internacional Antifascista fue una organización humanitaria que existió en la Segunda República Española, en contraposición al Socorro Rojo Internacional de los comunistas. Fue una iniciativa del movimiento anarcosindicalista formada entre otros por la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y la FAI (Federación Anarquista Ibérica) y estaba dedicada a la publicación y recaudación de fondos para ayudar a la República española durante la Guerra Civil. La organización feminista Mujeres Libres en la que también militaba Mika formaba parte de este entramado anarcosindicalista, para brindar asistencia a los soldados heridos y refugiados.

Aunque la decisión de su creación tuvo lugar en Valencia el 15 de abril de 1937, no se puso en marcha hasta junio de ese año. También tuvo secciones extranjeras como la francesa, sueca, británica, portuguesa, belga y norteafricana.

Además de la condición de afiliada de Mika, desconocemos cual fue su papel dentro de estas organizaciones. Lo que sí sabemos es que en 1937 Mika fue detenida y acusada por las fuerzas republicanas de trotskista. La acusación no fue a mayores y fue puesta en libertad. Sin embargo, le prohibieron volver al ejército, por lo que se trasladó a Madrid, donde permaneció hasta el final de la guerra. Posiblemente, en su afán por continuar la lucha por la República, pudiera haber decidido integrarse y colaborar con estas organizaciones, más afines a sus ideales, y continuar ayudando desde la retaguardia.

La tercera referencia es el magnífico retrato que Agustí Centelles le hizo a La Capitana y que reproducimos a continuación.

Mika Pulse para ampliar CDMH_CENTELLES_FOTO,07088

En conclusión, Mika es otro ejemplo de una mujer que desafió las normas y las tradiciones impuestas para luchar por sus ideales en un momento convulso, logrando la admiración, el respeto y la confianza de un grupo de correligionarios capaces de seguirla donde fuera.

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Texto y selección de imágenes: Sara Hernández González.

Maquetación: Sara Hernández González.

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