Salamanca, Centro Documental de la Memoria Histórica. Nueva sede: Plaza de los Bandos,
16 de diciembre. 19:30 h.
El libro La Residencia de Señoritas y otras redes culturales femeninas, publicado por la Universidad de Salamanca, quiere ser un homenaje a las pioneras universitarias españolas. Incluye, además, un índice onomástico de casi mil nombres de estas mujeres.
La obra esta dedicada a la Residencia de Señoritas, institución de la que ahora se cumplen 100 años de su creación y a las personas que la hicieron posible, las que participaron de las ideas de la Institución Libre de Enseñanza, esa corriente pedagógica inspirada en la filosofía Krausista que fundó Sanz del Río en 1877, que se desarrolló en España hasta la Guerra Civil (1936) y que con su espíritu reformador y renovador creó instituciones como el Museo Pedagógico Nacional, el Centro de Estudios Históricos, las Misiones Pedagógicas o la Junta de Ampliación de Estudios que tantos logros culturales y desarrollo educativo alcanzó.
Es precisamente este último organismo, la JAE dedicado a las enseñanzas media y superior, el que crea en 1910 la conocida Residencia de Estudiantes y en 1915, la menos conocida, Residencia de Señoritas a propuesta de quien será su directora más señera, María de Maeztu. La Residencia de Señoritas, nace con el nombre de Grupo Femenino de la Residencia de Estudiantes, aunque será conocido como La Residencia de Señoritas. Apenas cinco años antes, en 1910, una Real Orden había permitido el acceso a la Universidad de manera oficial a las mujeres.
La institución acogió como profesoras, conferenciantes o alumnas, a la intelectualidad femenina de la Edad de Plata. María Zambrano, María de Maeztu, Margarita Nelken, Zenobia Camprubí, María Goyri, María Teresa León, María Lejárraga, Isabel Oyarzábal, Victoria Kent, Concha Méndez o Clara Campoamor y a extranjeras como Madame Curie, Victoria Ocampo o Gabriela Mistral.
Se pesenta un microcosmos de la cultura femenina en torno a la Residencia de Señoritas y las redes de sororidad y cultura que se crearon. Radiografía la presencia de las mujeres universitarias desde su origen, en algunos casos como el de las médicas, cuantificando incluso esa presencia o realizando micro-biografías. Se resalta el difícil camino de aquellas pioneras, desde que en 1872 se matriculara la primera mujer en un aula universitaria, los obstáculos que tuvieron que vencer, los obvios y los silentes fueron enormes: institucionales, sociales, burocráticos, culturales, familiares y aun personales; unos superados y otros sorteados. En ese camino de superación personal y de integración laboral, de conquista del espacio público, el acceso regulado a la Academia fue decisivo; la creación de residencias en Madrid para acoger a las estudiantes provenientes de provincias para iniciar sus estudios universitarios, potenciado por la apertura oficial a las aulas en 1910, fue esencial para facilitar y normalizar la incipiente presencia femenina en las aulas.
Es un libro que trata de mujeres valientes, maestras, universitarias, luchadoras que se enfrentaron a un tiempo y una época, para entrar y participar en otro que les estaba social y culturalmente vedado.