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  5. El recibimiento de la Chancillería

Napoleón y la Chancillería de Valladolid

Las actas del Acuerdo de la Real Chancillería de Valladolid van a documentar de manera fehaciente todos los sucesos de aquellos días, desde la llegada del Emperador a la ciudad, hasta los preparativos de los ministros del tribunal para su recibimiento, y por último la salida de aquél el día 17 de enero, todas suscritas por el secretario del Acuerdo Santiago Pardo Rivadeneira.

5 de enero de 1809: Las preparativos para la llegadaSalto de línea

El mismo día 5 de enero se hace constar en las Actas del Acuerdo la disposición de los ministros presentes en el tribunal, los oidores Manuel María Cambronero, quien era además su regente; Manuel de León Santos y Miguel Ortiz Otáñez, ya que los demás habían huido, junto al fiscal del crimen Diego Cosío, de presentarse ante el emperador ante su inminente llegada, monstrándole sus respetos y fidelidad.

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Día cinco de enero de mil ochocientos nueve. Se juntaron por disposición del señor don Manuel María Cambronero en la casa de su habitación, los señores don Manuel de León Santos y don Miguel Ortiz Otáñez, que eran los únicos que se hallaban en esta ciudad, con el señor fiscal del crimen don Diego Cosío y el infraescripto secretario del Real Acuerdo. Y manifestándose por el primero la noticia que ya le tenía de que al siguiente día llegaría a esta ciudad S.M.Y.R. el señor Napoleón emperador de Francia y rey de Italia, para el que estaba dispuesto el alojamiento en el real palacio de la plazuela de San Pablo, se acordó juntarse dichos señores en el día siguiente y ora de las quatro de su tarde. Y en forma de tribunal con dicho secretario y los porteros de él, pasar a recibirle en el palacio de su hospedaje, y rendirle los respetos debidos como correspondía a su alta distinción. Lo que así certifico para que conste. Santiago Pardo Rivadeneria (rúbrica)

ARCHV, Real Chancillería, Libros, 261, f. 2r

6 de enero de 1809: Entrada en la ciudad y primer acercamiento del Acuerdo

El día 6 entra Napoleón en la ciudad. La representación de la Chancillería, junto con las de las demás instituciones principales, se aposentaría en la plaza de San Pablo para mostrar sus respetos al dueño de media Europa, el cual sin embargo se dirigiría directamente a sus aposentos en el Palacio Real, dejando las recepciones para el día siguiente.

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Siendo la ora de las quatro de su tarde, salieron unidos desde la casa habitación del señor don Manuel María Cambronero, este mismo señor con los señores don Manuel de Santos, don Miguel Ortiz Otáñez y el señor fiscal del Crimen, don Diego Cosío, con el infraescripto secretario del Real Acuerdo, y los porteros que pudieron concurrir por hallarse en esta ciudad. Y todos se dirigieron a el palacio de la plazuela de San Pablo, donde estuvieron hasta que llegó S.M.Y R., que sin hacer detención alguna se subió con la gran comitiva que traía a la habitación destinada para su mansión en esta ciudad, con lo que se retiraron dichos señores formados hasta la expresada casa del señor Cambronero, de que certifico. Santiago Pardo Rivadeneira (rúbrica)”.

ARCHV, Real Chancillería, Libros, 261, f. 2v.

7 de enero de 1809: Recepción oficial de las autoridades

Por fin, al día siguiente, 7 de enero, el emperador de los franceses recibe a los magistrados del tribunal, junto a los porteros que aún servían, el teniente del alguacil mayor y el secretario del Acuerdo, todos los cuales, vestidos de forma protocolaria, se dirigieron a las dos de la tarde al Palacio Real, recibiéndoles Napoleón en primer lugar respecto a los representantes de la Catedral, Universidad y Ayuntamiento, mostrando al emperador sus respetos y obediencia, el cual, traductor mediante, mostraría también su agradecimiento. Podemos imaginar, según se transluce del acta, la honda impresión, rozando el temor, que causaría a la embajada de nuestro tribunal la magnificencia y gravedad del Gran Corso y la fastuosidad de sus guardias y protocolo. Por otra parte, el orden en el recibimiento confirmaba el lugar primigenio que la Real Chancillería siempre había poseído en el escalafón de los principales órganos e instituciones vallisoletanas.

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Siendo este día el que se señaló por S.M.Y.R para el recibimiento del tribunal y demás cuerpos de respeto y autoridad del pueblo, se juntaron en la expresada casa del señor don Manuel María Cambronero los referidos señores León Santos Otáñez, fiscal del crimen, con el teniente de alguacil mayor don Benito Berdesoto, el secretario del Real Acuerdo y porteros. Y en forma de tribunal, convertidos de togas los señores ministros y los demás de militar, pasaron al referido real palacio a la ora de las dos de la tarde que fue la señalada. Y quando se abrieron las puertas de la sala en que estaba S.M.Y.R. con un suntuoso acompañamiento de oficiales franceses puestos de pies, recibió a el Real Acuerdo, quien primero que los otros cuerpos rindió su obediencia y debidos respetos a S.M.Y.R., a que correspondió manifestando su agradecimiento por medio del intérprete que tenía a su lado. Y después se siguió el cabildo de la santa yglesia catedral, la real universidad, comunidades y demás cuerpos, hasta que se concluyó la concurrencia y todos se retiraron. Y el real acuerdo continuó formado hasta la casa de dicho señor Manuel María Cambronero, desde la que se retiró cada uno a la de su habitación. De que certifico. Santiago Pardo Rivadeneira (rúbrica)”.

ARCHV, Real Chancillería, Libros, 261, f. 2v-3r

La estancia hasta el día 17 de enero de 1809

En los días siguientes, la Chancillería sería testigo y partícipe también de la dureza de los mandatos de Napoleón, ya que su primera orden a las autoridades de la ciudad sería detener y ajusticiar a los cabecillas de las revueltas populares, de manera que cinco vallisoletanos acabaron en la horca. En este sentido, especial repercusión tendría en la ciudad el ahorcamiento de un hortelano del convento de San Pablo que había matado a un soldado francés, sucediéndose la incautación de los bienes del mismo convento y su profanación.

El 17 de enero Napoleón abandona Valladolid de forma secreta en dirección a Francia, quedando Valladolid bajo el yugo francés del general Dufresse hasta junio de 1813. La salida del Emperador es recogida también por Santiago Pardo Rivadeneira, dando cuenta además de lo que parecía el regreso a la normalidad del tribunal con su reapertura a partir del día siguiente con los ministros y oficiales presentes en la ciudad, ya que había permanecido cerrado desde noviembre de 1808 por los sucesivos avatares de la guerra.

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En este día diez y siete, siendo la ora de las siete de su mañana, salió S.M.Y.R por el camino que se dirige a la villa de Cabezón, y en la tarde de él mandó el expresado señor don Manuel María Cambronero, que como oidor más antiguo hacía de regente, por medio del secretario del Real Acuerdo, que en el siguiente día y ora de las nueve de su mañana se abriese el tribunal de la Real Chancillería, que había estado sin ejercicio desde el día doce de noviembre próximo pasado, con los señores ministros que se hallaban en este ciudad; a lo que se avisare por medio de los porteros, como también a el señor don Bernardo José de Roa y Alarcón, que había llegado en la noche anterior, a los abogados y curiales para que concurriesen como correspondía a sus respectivas obligaciones, lo que así se ejecutó y certificó. Santiago Pardo Rivadeneira (rúbrica)”.

ARCHV, Real Chancillería, Libros, 261, f. 3v.

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