Carta de concesión y participación de los bienes espirituales de la orden de predicadores en la provincia de España a los Condes Duques de Olivares

Las cartas de concesión y participación de bienes espirituales otorgadas por las órdenes religiosas a particulares son una tipología documental relativamente frecuente en sus archivos eclesiásticos y en los de sus beneficiarios, en este caso, don Gaspar de Guzmán y Pimentel (1587-1645) y su esposa, condes duques de Olivares, y sus descendientes en la Casa de Olivares. El célebre valido de Felipe IV había tomado bajo su protección el convento de Santo Tomás de Madrid y, gracias a su patronazgo, se pudo concluir su edificación. Este convento fue una de las principales instituciones religiosas de la capital de la monarquía española en los siglos XVII y XVIII. En agradecimiento a su patrono, el prior en la provincia de España de la Orden de Predicadores (dominicos) expide este documento el 18 de abril de 1626.

En el Archivo Histórico Nacional, en la Sección Clero-Secular_Regular, legs. 3924 a 3927, se custodia la escasa documentación conservada del convento dominico de Santo Tomás de Madrid después de la desamortización del siglo XIX. Este documento constituye un notable ejemplo de las estrechas relaciones establecidas entre importantes instituciones religiosas y las familias de la nobleza española, y cómo aquellas reconocen el patronato ejercido por estas últimas y les conceden la participación en los bienes y beneficios espirituales alcanzados por ellas como intermediarias entre la divinidad y los fieles cristianos, en este caso, nada menos que el linaje del conde duque de Olivares, el todopoderoso valido de Felipe IV.