Cuando se difunde el uso de papel, especialmente en escritos de carácter burocrático de menor trascendencia, el sello de cera en lugar de colgarlo se adhiere al documento. Al ser el sello adherido o de placa, de menor espesor, fue necesario también reducir su tamaño para que no se quebrara. Para protegerlo se cubrió de un recorte de papel que adoptó habitualmente la forma de un rombo.
Sello de placa. Sello de papel y cera de Enrique IV, rey de Castilla y de León