Coorganizada por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes y la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia, y con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en dicha Jornada se reflexionó acerca de cómo la dehesa, el paisaje natural más extendido y característico en España, y hábitat prototípico del toro bravo, tiene un enorme valor no sólo medioambiental, en términos de biodiversidad, sostenibilidad, protección contra la deforestación y el cambio climático, sino también social y demográfico, por la fijación de población, lucha contra la “España vaciada”, así como un valor estrictamente cultural, tanto porque la crianza del toro bravo es, en sí misma, patrimonio cultural (Ley 18/2013) como por las últimas corrientes de reconocimiento de nuevas clases de patrimonio, entre los que se encuentra el paisaje cultural.