A partir de la proclamación de la II República, se impulsaron una serie de medidas destinadas a favorecer la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación y la cultura y a facilitar la lectura a la ciudadanía. Una de ellas fue la creación, por Decreto de 29 de mayo de 1931, del Patronato de las Misiones Pedagógicas y la aprobación, poco después, del Decreto que establecía la obligatoriedad para todas las escuelas primarias de contar con una biblioteca abierta y gratuita, tanto para niños como para adultos, bajo la tutela del maestro.
El servicio de bibliotecas del Patronato de las Misiones Pedagógicas, en el que participaron de manera destacada María Moliner, Juan Vicens y el poeta Luis Cernuda, impulsó la mayor campaña de fomento de la lectura que jamás se había hecho en España. Se crearon más de 5.000 bibliotecas circulantes para adultos y niños en numerosos pueblos y zonas rurales inaccesibles donde incluso no había luz eléctrica. Por lo general, las colecciones de libros se instalaban en la escuela y el Patronato realizaba la dotación de fondos a través de la Junta de Intercambio y Adquisición de Libros. Como delegada de las Misiones Pedagógicas en Valencia, María Moliner se centró en las actividades bibliotecarias de esta región. De su actuación nos quedan pocos testimonios, siendo uno de los más destacados esta carta conservada en el Archivo General de la Administración.
Ficha: 22/100 Unidad: Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria.
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