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09/07/2021
Actualidad
Medio siglo protegiendo, preservando y difundiendo lo que un arte efímero como el teatro tiene de perdurable. Es lo que celebra estos días el Centro de Documentación Teatral , integrado desde 2019 en el Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música (CDAEM), con el que el INAEM unificó sus unidades de inventariado, catalogación y difusión del patrimonio musical, dramático, coreográfico y circense. El 17 de junio de 1971, el Boletín Oficial del Estado publicó la orden por la que se creaba esta institución dentro de la Dirección General de Cultura Popular y espectáculos.
El texto reconocía la "evidente influencia" de las actividades teatrales "en la formación artística, cultural y social de la comunidad nacional", y señalaba lo aconsejable de "adoptar las medidas necesarias para asegurar la conservación de los documentos y medios creados a través de su historia y la constancia de las manifestaciones escénicas de nuestro tiempo, a fin de evitar la pérdida o dispersión de los vestigios de una labor, unos esfuerzos y unas aportaciones de los que, en muchos casos, apenas queda constancia".
Para conmemorar la efeméride, el CDAEM, unidad dependiente del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), editará este año un libro que repasará la trayectoria del centro de mano de quienes han sido sus directores: César Oliva, Andrés Peláez, Cristina Santolaria y Julio Huélamo. Antes de esta publicación, compartirán doce fragmentos de algunas de las obras más emblemáticas de las 10.000 que atesoran en sus fondos, empezando por la interpretación de Blanca Portillo como Segismundo en la versión de «La vida es sueño» que dirigió Helena Pimenta para la Compañía Nacional de Teatro Clásico en 2012.
Muchas de estas grabaciones se pueden disfrutar en su Teatroteca , una plataforma pionera que ha facilitado el acceso a parte de ese acervo que el Centro de Documentación Teatral comenzó a nutrir hace ahora cincuenta años con materiales de departamentos como la Junta de censura, y mediante la adquisición de los libros que sentaron las bases de su biblioteca. Hoy ya reúnen un millón de archivos, entre ellos, 400.000 fotografías. Y lo que queda.