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Llamador

Llamador

Número de inventario: 39231. Ávila.

Hierro. 30 x 6 x 2 cm.

La fuerza que caracteriza el material en el que está hecha la pieza, está directamente relacionada con su función, ya que se utilizaba para golpear las puertas desde fuera y avisar de la llegada.

La pieza se divide en dos partes: una barra cilíndrica que atraviesa la puerta y por la que se sujeta y la que golpea, un perro. Las patas traseras del perro, mediante un pasador sujetan la barra cilíndrica y las delanteras golpean. Tiene una cola con moldura al final y decoración cincelada por el lomo. En otro tipo de llamadores se colocaba un trozo de placa entre la parte que sujeta y la que golpea, por lo que el golpe no iba directamente a la puerta.

Tenemos aquí al animal ejerciendo una de las funciones que más se le han atribuido a lo largo de la historia, la de guardián de una puerta que la defiende y protege. Otro tipo de animales como serpientes, lagartos o dragones han sido utilizados en llamadores. Aunque la cualidad más característica de estos no es la protección del ser humano, si podían tener una connotación de miedo y terror, probablemente para que el que pasara por la puerta no hiciera ningún mal dentro.

La presencia de llamadores en las puertas se suele asociar a otros elementos decorativos como los herrajes, destacando la gran variedad iconográfica de los llamadores. Ésta es muy amplia, sobresaliendo la presencia de animales con carácter defensivo-repulsivo (por ejemplo, las citadas serpientes) o elementos con formas sexuadas.

VSC

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