Cascanueces

Número de inventario: 14122.

Hierro. 25 x 13 x 7,5 cm.

Nos encontramos con uno de esos objetos que eligen, como elemento decorativo fundamental, un animal considerado poco agradable en nuestra cultura: la serpiente. Como se ve en otras piezas de esta Exposición –la cuchara nº 7752 y la cuerna nº 8988, con imágenes de Adán y Eva tentados por la serpiente– este animal ha sido asociado al diablo por la religión católica. No obstante, no siempre ha tenido esa posible lectura simbólica negativa e incluso en nuestro ámbito cultural hay representaciones de la misma que adquieren un valor positivo (piénsese en el símbolo de la Farmacia, con las dos serpientes entrecruzadas).

Además, como se ve en otra serie de piezas, no nos encontramos con un caso único, ya que proliferan en bastones –ver, por ejemplo, el nº 8029, en el apartado de madera de esta Sección– o sujetadores de aleros, “fiadores”, y llamadores de puerta, sobre todo, como se comprueba, por ejemplo, en los casos turolenses recogidos en el libro sobre la forja en esa provincia (VV. AA., 1993 a: 50 y 95-96). También se pueden encontrar más ejemplos de llamadores decorados con serpientes en P. M. de Artiñano y Galdácano (1919: 135 y 138, núms. 429 y 438) con la particularidad de que el primero de ellos se fecha en el siglo XVI. En este caso, y dado que presenta tres orificios para ir clavada a una superficie, quizá haya que pensar en un uso no doméstico.

Parece evidente que junto a la aversión que producen estos animales, generan una atracción de igual fuerza que sólo numéricamente parece de menor importancia que aquélla.

JLMC