Año de inscripción: 2021
El Paseo del Prado y el Buen Retiro, paisaje de las artes y las ciencias, ubicado en el corazón de Madrid, es un paisaje cultural diseñado en un entorno urbano que ha evolucionado a lo largo de tiempo manteniendo su esencia: introducir la naturaleza en el centro de la ciudad para el disfrute de sus habitantes.
Desde el siglo XVI el Paseo del Prado, primer paseo arbolado en una capital europea, se constituyó como prototipo de alameda urbana, al generar un espacio que permitía el ocio y el esparcimiento de los ciudadanos en un entorno urbano. Este modelo se extendería por toda la península ibérica y por los territorios de ultramar del imperio hispano, especialmente con los distintos proyectos para paseos y alamedas que surgen entre los siglos XVII y XIX en las principales ciudades latinoamericanas. Un siglo después, el rey Felipe IV eligió esto entorno privilegiado para construir su nuevo palacio y jardines del Buen Retiro, vinculando estrechamente los jardines del palacio y la avenida. El Palacio del Buen Retiro se convirtió en el epicentro de la Edad de Oro de la cultura española, escenario de las más notables expresiones y obras artísticas y literarias, que albergan extraordinarias colecciones de arte.
A finales del siglo XVIII el rey Carlos III llevó a cabo un proyecto ilustrado de renovación general de la ciudad, con una nueva visión del espacio urbano que aglutinaba en su entorno edificios de carácter científico y cultural: el Real Jardín Botánico, el Real Observatorio Astronómico, la Real Academia de la Lengua y la Academia de Ciencias, actual Museo del Prado. Un gran proyecto dedicado a divulgar la ciencia y educar al público, que también embellecería la ciudad. Esta renovación urbana se convirtió en un modelo que ejerció una influencia especial en América Latina, lo que resultó en proyectos sobresalientes al otro lado del Atlántico.
Desde entonces, este área siguió sumando en un espacio de alta densidad las principales instituciones culturales, políticas, sociales, científicas y económicas, que representan una sociedad dinámica, tales como el Banco de España, el Congreso de los Diputados, la estación de Atocha, el Real Conservatorio de Música, el Real Colegio de Medicina de San Carlos o la sede del Ayuntamiento de Madrid, entre muchos otros. Durante el siglo pasado, se ha convertido en el llamado Paseo del Arte con los Museos del Prado, Thyssen y Reina Sofía como principales exponentes.
Por lo tanto, como parte de un proceso evolutivo continuo, el bien se mantiene fiel a sus orígenes relacionados con el ocio mientras se disfruta de las artes y las ciencias. Todo ello convierte al Paseo del Prado y el Buen Retiro en un ejemplo de un modelo urbano, la imagen de un ideal utópico para una nueva sociedad que se extendió más allá de nuestras fronteras. Un paisaje urbano, rico, heterogéneo y dinámico cuidadosamente diseñado para la recreación y educación de los ciudadanos en contacto con la naturaleza.