La Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial es el instrumento jurídico internacional que trata de dar respuesta a las posibles amenazas sobre este patrimonio derivados de los procesos de mundialización y de las transformaciones sociales que continuamente estamos viviendo.
Pero ¿qué es el patrimonio inmaterial? La respuesta se encuentra en las diferentes expresiones que está alcanzando la definición de “Patrimonio Cultural” en las últimas décadas. El patrimonio cultural ya no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende tanto tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.
Así, la Convención define el patrimonio cultural inmaterial como: “los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se trasmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad”.
Además, la Convención establece tres listas: la Lista del Patrimonio Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia; La Lista Representativa del Patrimonio Cultural de la Humanidad y el Registro de buenas prácticas de salvaguardia.
España ratificó la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial en 2006 y desde entonces se ha llevado a cabo un trabajo muy activo con el resultado de quince manifestaciones inscritas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial y tres proyectos inscritos en el Registro de buenas prácticas de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, convirtiéndose de esta manera, en el cuarto país con más elementos reconocidos.
Con el deseo de cumplir los objetivos de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de 2003, se empezó a trabajar en un sistema de salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial que en 2011 se materializó en el Plan Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial.
Puede ver ejemplos de manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial en el siguiente enlace:
AGENDA
X Sesión de la Asamblea General de Estados Parte (10.GA)