Reconstruir la biografía de las mujeres y hombres que nos antecedieron resulta una tarea ardua al mismo tiempo que apasionante. Si el objetivo es aproximarnos a la vida de uno de los más insignes genios de la literatura universal, el cometido de desgranar todos los detalles de su recorrido vital resulta un auténtico reto que, muchas veces, nos obliga a tratar de sortear el abismo entre el mito y la realidad que en torno al personaje se ha ido sucediendo a lo largo de los siglos.
De lo que ya no hay lugar a dudas es que Miguel de Cervantes nació en la localidad de Alcalá de Henares en el año 1547. Las siguiente noticias le ubicarían ya en la villa de Madrid con el posible objetivo de servir como secretario en alguna casa nobiliaria en la Corte. A partir de ahí iniciaría un auténtico periplo: la estancia en Roma, la batalla de Lepanto, el cautiverio en Argel, Sevilla, Valladolid, Madrid, etc.
Son muchos los artistas que se han hecho eco de esa trayectoria vital de Cervantes y que, a través de los más diversos soportes, han reflejado escenas como las referidas a su cautiverio en Argel. Otras piezas son testimonio directo de esos episodios que viviría, a lo largo de su vida, el autor a quien hoy rendimos homenaje.