Los museos, como instituciones que trabajan con el poder de la memoria, no solo nos muestran grandes producciones artísticas vinculadas a las élites, sino también las más diversas manifestaciones cotidianas que nos aproximan al día a día del pueblo llano.
La sociedad de la segunda mitad del siglo XVI y los inicios del siglo XVII presenta los rasgos fundamentales del Antiguo Régimen: una sociedad estamental donde los estamentos privilegiados (nobleza y clero) ostentan todos los privilegios y la mayor parte de la propiedad de la tierra. Las clases populares son las que soportan el pago de los impuestos y quienes reciben con mayor fuerza los verdaderos envites de las crisis de subsistencia, de las malas cosechas y del aumento de los precios.
La vida social durante la Edad Moderna giraba en torno al concepto de “casa”, entendida como un espacio social y plural en la que no solo se realizaban las tareas cotidianas y del día al día, sino que también era lugar de encuentro, en el que muchas familias realizaban sus quehaceres laborales, instalándose allí mismo talleres, tabernas, botigas, etc. A través de las piezas seleccionadas podremos aproximarnos a esa vida cotidiana durante la Edad Moderna en los territorios hispánicos.