“En el café de Platerías se reunían a media tarde, después de la oficina, media docena de progresistones chapados y claveteados, como las históricas arcas que en los pueblos guardan las viejas ejecutorias y los desusados trajes. Alzaba el gallo en la reunión el buen don Mariano, como el orador más autorizado y sesudo. Había que oírle: «Hasta los ciegos ven ya las intenciones de O'Donnell. Con sus intrigas, ese irlandés maldito nos pone al borde del abismo... ¿Qué creerán que ha inventado el tío para dar al traste con el Progreso? Pues esa gaita del justo medio, y de que se vaya formando un nuevo partido con gente de la Libertad y gente de la Reacción... o lo que es lo mismo, que seamos progresistas retrógrados, o despóticos avanzados... ¡Vaya un pisto, señores! ¿Saben ustedes de algún cangrejo que ande hacia adelante, o de lebreles que corran hacia atrás...?" [...]
La quinta novela de la cuarta serie de los Episodios Nacionales lleva por título O’Donnell. De nuevo Galdós denomina a la época histórica por el nombre del personaje que contribuyó a los hechos que la marcaron en mayor medida. Fue escrita en Madrid entre abril y mayo de 1904 y publicada al mes siguiente.
La novela comienza en 1854, con el triunfo de la Vicalvarada, tras la que el general Espartero se hace con el poder, mientras mantiene su rivalidad con Leopoldo O’Donnell , nombrado ministro de la Guerra, durante el llamado Bienio Progresista (1854-1856).
La idea de la fundación de un partido que aglutinase a moderados y progresistas se remonta a la revolución de julio de 1854 alrededor de la figura de O’Donnell, que tras un golpe de Estado en 1856 encabezó el gobierno hasta 1857. Finalmente se funda el partido Unión Liberal aunando a moderados y progresistas, quedando fuera los considerados progresistas “puros”.O’Donnell será el gobernante más duradero de la época (1858-1863).
Tras la revolución de julio, se desmantelaron las barricadas integrándose ciudadanos armados en la Milicia Nacional, se celebraron Cortes Constituyentes y se sucedieron los nombramientos en la Gaceta así como los súbitos enriquecimientos al calor de la nueva situación. De nuevo hubo insurrecciones y motines y reaparecen las publicaciones críticas y satíricas como El padre Cobos.
De nuevo volvemos al narrador omnisciente en tercera persona en este episodio. Muy condicionado por aspectos sociales, este episodio se centra en los barrios más pobres de Madrid y en la situación de abandono de sus habitantes a causa de los constantes cambios de gobierno. La novela comienza el 23 de julio de 1854, tras la Vicalvarada, donde se relata el episodio de la muerte de un personaje real, Francisco Chico, que pasa de verdugo en el episodio anterior a víctima en un acto de venganza popular. El odiado Jefe de Policía es detenido en su propia cama, emplumado y golpeado, ridiculizado en su recorrido por los barrios populares de Madrid y finalmente ajusticiado acusado de torturas, “ladrocinio” y usura. La multitud de personajes que participan en el tumulto procesional aparecen por sus motes, y son otro ejemplo, según estudios, de la gran creación onomasiológica de Galdós. Un ejemplo es Hermosilla, el zorrero, que reaparece en este episodio a través sus hijas, Rafaelita y Jenara “la Generosa”, perdidas por Gracián, o Pepa “Jumos”, que se enzarzan en una discusión con don Mariano Centurión y, sobre todo, con Teleforo de Portilla “Sebo”, antiguo policía y ahora partidario de Espartero e instalado en la nueva situación política.
La trama también se desarrolla en tertulias de cafés, despachos ministeriales y reuniones de altos vuelos donde se comentan las intrigas y los intentos de O’Donnell para desplazar a Espartero, así como los nombramientos de puestos en la Gaceta. Son asiduos Mariano Centurión como personaje de ficción pero también personajes reales de la política y el ejército de la época.
Se describe con detalle el episodio novelado de la toma del Congreso donde están al mando el general Serrano “el General bonito” y Dulce, en julio de 1856. Tras la retirada de Espartero a Logroño,O’Donnel será nombrado presidente del Consejo de Ministros.
La historia de amor la protagonizan Teresa Villaescusa, desdeñosa con sus numerosos pretendientes y Guillermo de Aransis, Marqués de Loarre, joven elegante y vanidoso, que dilapida su fortuna en amoríos. Reaparece Beramendi como consejero de su amigo, que lo sermonea sobre ello y reflexiona sobre lo difícil que es en estos tiempos casarse con una rica heredera, que ya escasean, así como emparentar con burgueses ricos pues pueden adquirir fácilmente un título nobiliario. Le aconsejará irse a Cuba intentando proporcionalre un cargo de embajador con el beneplácito del propio O’Donnell, ya que cortejan a Beramendi para que se una a la Unión Liberal. Sin embargo, se barrunta un nuevo cambio de gobierno escenografiado el diez de octubre de 1857 en Palacio, en el baile del cumpleaños de la reina, donde ésta, muestra de nuevo su preferencia por Narváez , según parece, contrario a una nueva Desamortización planeada por O’Donnell, lo que haría volver al país a la situación anterior a Vicálvaro. De nuevo la Gaceta repleta de ceses y nuevos nombramientos. Teresa, abandonada, buscará nuevos amantes que la mantengan.
Durante el mandato de Narváez-Nocedal , se reprimen las revueltas campesinas en Andalucía de 1857, con las que don Mariano Centurión, en plena cesantía por el cambio de gobierno, pone el grito en el cielo. Sin embargo, otros personajes como Sebo se mantienen ocupando cargos a pesar de los cambios de gobierno.
Reaparecen Leoncio Ansúrez y Virginia Socobo, Mita y Ley, perseguidos por la tragedia familiar y por la policía, aunque gracias a las gestiones de Beramendi consigue su libertad antes de vuelva a haber un nuevo cambio de gobierno, propiciado por la reina, esta vez, parece ser, que por la dureza y arbitrariedad del gobierno Narváez-Nocedal.
Le sucedieron dos gobiernos de transición, sin avances y las luchas entre facciones de siempre, hasta que, finalmente, volvió al poder O’Donnell en julio de 1858, ganando las elecciones en septiembre la Unión Liberal, partido por el que Beramendi es elegido diputado.
De la mano de Teresa Villaescusa, que va enlazando amantes adinerados a la vez que socorre a familiares y desconocidos que pasan necesidad, la novela nos describe la miseria que se vive en los barrios pobres de la ciudad. En estas conoce a Juan Santiuste, a quien ayudará a salir de la miseria, acabando de aprendiz de armero con Leoncio. Teresita y Santiuste se enamorarán y ella decide dejarlo todo por amor, y llevar una “honradez pobre”. Uno de sus enamorados, Manolo Tarfe, el “O’Donnell Chico” la compara con la Unión Liberal, son sus pasiones las mismas, la pasión del buen vivir, la que tienen los ricos, y la pasión de repartir el bien humano, haciendo alusión a los procesos de desamortización de la Mano Muerta.
Otros personajes históricos
Bibliografía