No puedo resistir los artículos que llaman serios, escritos por jóvenes ilustrados. No negaré su mérito; pero que los lea quien quiera. Han tomado ahora la muletilla del espíritu del siglo, y a todo sacan el argumento espirituoso. Los del grupo templado encuentran anárquico cuanto dicen y hacen los de enfrente, y los libres denigran a los otros, echándoles en cara el despotismo, el obscurantismo, las ideas retrógradas y otras cosas muy malas. El Jorobado ha roto el freno, y no respeta ya ni la vida privada: a tal extremo llegan su desvergüenza y procacidad. El Eco del Comercio, con buenas formas, reparte navajazos a diestro y siniestro, y sus biografías continúan dando disgustos [...]
Episodio número 23, tercero de la tercera serie de los Episodios Nacionales (escrito, como indica el propio autor, en su finca de San Quintín en Santander, durante los meses de octubre y noviembre del año 1898). Se ubica temporalmente en el reinado de Isabel II, durante el período de la primera Guerra Carlista (1833-1840) y el Motín de la Granja de San Ildefonso.
El nombre de la novela alude fundamentalmente a dos localidades Oñate , en Guipúzcoa , que estuvo constituida como corte de Carlos María Isidro de Borbón , hermano de Fernando VII y, por tanto, tío de la reina Isabel II , pretendiente a la Corona de España, con el nombre de Carlos V, descrito en la novela como la corte del “Rey absoluto”. Y el Real Sitio de La Granja , donde se encuentra Isabel II, tutelada por su madre, María Cristina , que ejerce de regente, y que va a ser escenario del llamado ''motín de los Sargentos'' o “sargentada”, en 1836. La sublevación de los sargentos de la Guardia Real en la Granja daría como resultado la nueva proclamación de la Constitución de 1812 , provocando una fugaz restauración y vigencia de esta.
En este episodio Galdós sigue con la idea de vertebrar hechos y personajes históricos de la España del XIX, ahora centrada en los círculos políticos que componen la corte de Carlos María Isidro, donde deambula el personaje romántico de Fernando Calpena, que presentó el autor en su anterior episodio, Mendizábal , y mantiene como protagonista de la narrativa folletinesca, ahora con una mayor profundidad psicológica. Galdós había dejado a sus antihéroes Fernando Calpena y su amigo, Pedro Hillo, a quien los historiadores de la literatura lo comparan con el escudero Sancho, en prisión, porque el personaje de la Mano oculta o Incógnita, sirviéndose de sus influencias logró su encarcelamiento con el propósito de que Calpena reflexione sobre su intención romántica de abandonar su carrera política para vivir con su amante, Aura Negretti, quien ha sido llevada al Norte.
Benito Pérez Galdós escenificará de nuevo a su protagonista Calpena enfrentándose a las maquinaciones políticas encarnadas por isabelinos y carlistas, la idiosincrasia de la España dividida o las dos Españas, en su estado de poder y ambición más alto. De nuevo acompañan a los personajes ficticios principales, ya citados, el vecino de la pensión Méndez, el radical, Nicomedes Iglesias, llegado de La Mancha para buscar fortuna en el Madrid decimonónico, a quienes se les une Aníbal Rapella, un personaje misterioso a quien Calpena conoce en el camino hacia Oñate y la familia Castro-Amézaga. El romanticismo ha transformado al protagonista Calpena en un caballero andante por las tierras del norte, donde como Quijote, apunta la crítica literaria, se encuentra con la historia del rico noble don Alonso Castro-Amézaga, que según cuenta Demetria, su hija, empezó a leer todo tipo de propaganda cristino-liberal y al estallar la guerra, apoyó a la princesa Isabel, llegando a formar una compañía militar, aunque fue preso en Oñate, muriendo poco después. Ahora son sus hijas, Demetria y Gracia, las que deben administrar la hacienda recién heredada. Este personaje hace reflexionar a Calpena sobre la inutilidad de su comportamiento. Y, con el recuerdo de la conversación que tuvo con el tío de su amante Aura, Ildefonso Negretti, quien no se opone a su unión, pero le pide a Calpena que se conduzca de manera responsable, trabajadora y racional. Hace despertar a nuestro protagonista hacía un nuevo ideario, el regeneracionista. Y es que estamos en 1898, y Galdós pretende inspirar con este episodio que la diligencia y el trabajo, nos llevarían a superar los problemas y construir una España próspera y productiva. Aunque Galdós aboque al personaje hacia la fórmula de paz y trabajo, contra los debates de legitimidades monárquicas, honor o nobleza, la novela recoge, por último, el escenario de la estrepitosa caída de Mendizábal y la sustitución de éste por parte de Istúriz como primer ministro del periodo de Regencia.
Otros personajes históricos
Álvarez y Mendizábal, Juan (1790-1853)
Argüelles, Agustín (1776-1844)
Austria, María Carolina de, Reina consorte de Nápoles y Sicilia (1752-1814)
Borbón Braganza, Sebastián María Gabriel de, infante de España, (1811-1875)
Carlota Joaquina de Borbón, Reina consorte de Portugal (1775-1830)
Escosura, Gerónimo de la, 1772-1855
Espartero, Baldomero (1793-1879)
Fernández de Córdoba Valcárcel, Luis (1798-1840)
Godoy, Manuel de, Príncipe de la Paz (1767-1851)
Narváez, Ramón María Duque de Valencia (1800-1868)
Zumalacárregui, Tomás de (1788-1835)
Toreno, José María Queipo de Llano Ruiz de Saravia, Conde de (1786-1843)
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Bibliografía en CCBAE