La formidable clase media que hoy es el poder omnímodo que todo lo hace y deshace, llamándose política, magistratura, administración, ciencia, ejército, nació en Cádiz entre el estruendo de las bombas francesas y las peroratas de un congreso híbrido, inocente, extranjerizado si se quiere, pero que había brotado como un sentimiento o como un instinto ciego e incontrastable del espíritu nacional. El tercer estado creció, abriéndose paso entre frailes y nobles, y echando a un lado con desprecio estas dos fuerzas atrofiadas y sin savia, llegó a imperar en absoluto, formando, con sus grandezas y sus defectos una España nueva [...]
Episodio número 19, penúltimo de la segunda serie de los Episodios Nacionales (escrito, como indica el propio autor, en Madrid, durante los meses de mayo y junio de 1879).
Se ubica temporalmente entre 1829 y 1832 con el trasfondo de los últimos tiempos del reinado de Fernando VII, casado ya con la napolitana María Cristina, y las intrigas en torno a la sucesión del trono finalizando en los Sucesos de La Granja de 1832 .
El nombre de la novela “Los apostólicos” alude fundamentalmente a una sociedad de tipo sectario, católico, absolutista y ultratradicionalista creada para defender la pretensión a la Corona de España de Carlos María Isidro de Borbón , hermano de Fernando VII , por tanto, tío de la futura reina Isabel II , tutelada entonces por su madre María Cristina, última esposa del ya anciano rey. Los absolutistas y los liberales de la corte intrigan para que se apruebe la Pragmática Sanción , que derogaría la Ley Sálica, para que Isabel se convierta en reina de España. Las conspiraciones darían origen a las Guerras Carlistas .
En este episodio Galdós sigue con la idea de enhebrar eventos históricos de la España decimonónica, a través de los personajes que sirven de hilo conductor a esta segunda serie. Así, tenemos a Salvador Monsalud, a quien acompaña el héroe de Boteros, Benigno Cordero, que va de la mano de los dos personajes femeninos contrapuestos: la humilde y sumisa Solita y la ambiciosa y rebelde Jenara, encontrándonos también a Juan Bragas, Pipaón, todos ellos cada vez más cerca de las altas esferas del gobierno; junto a ellos nuevos personajes, destacando a los “apostólicos” Felicísimo Carnicero o el cura Alelí.
El escenario de esta nueva novela empieza con la llegada a España de la reina María Cristina , última esposa de Fernando e hija del rey de Nápoles; la narración nos descubre las intrigas palaciegas de la sociedad secreta "Los apostólicos" (futuros carlistas) que conspiran contra la nueva reina napolitana, a favor del pretendiente Carlos María , hermano del rey y entre sus partidarios destacan: el conde de Negri, el padre Carranza, el obispo de León y el conde de la Alcudia.
Las vidas de los personajes se hilvanan entre los comentarios sobre las luchas entre las camarillas de los ya cristinos, que pretenden gobernar ya durante la enfermedad del rey y los futuros carlistas, que se oponen a ello, por ser éstos unos liberales, en un intento infructuoso de conseguir un acuerdo de regencia de don Carlos, durante la minoría de Isabel. Las discusiones sobre derechos legítimos y usurpación del trono llenan el libro.
La novela se cierra con la célebre anécdota histórica de la bofetada que la infanta Luisa Carlota de Borbón , hermana de la reina y regente María Cristina, propinó al ministro antiliberal, Francisco Tadeo Calomarde , que pone sobre el papel la famosa frase "manos blancas no ofenden, señora", poniendo fin a la vida política del ministro Calomarde, que marchó al exilio. Galdós la definió como “la más sonora bofetada que se ha dado”.
El autor contrapone de nuevo la visión de una España imposible, la absolutista, por ir contra los conceptos de progreso y adelanto, y contempla la España de los liberales, como difícil, pero prefiere la dificultad ya que mediante la paz y concordia, encontraría el país el crecimiento y la prosperidad.
Parte I (59:02)
Parte II (58:59)
Parte III (1:01:58)