El primer año de la Guerra de Independencia fue seguramente el de mayor revuelo, dando comienzo con el levantamiento del 2 de mayo en la capital, Madrid, que acabarían por desatar toda una serie de sucesos. Desde revueltas a proclamaciones y sobre todo, los primeros enfrentamientos entre un bando, el ejército francés perfectamente organizado y en formación, frente a un ejército español notablemente mermado que se valió de la ayuda de los ciudadanos, civiles, que no dudaron en tomar las armas y enfrentarse al enemigo.