La administración, organización y funcionamiento de los negocios, la gestión, en definitiva, de la empresa mercantil se hace imposible sin la información: de mercado, de mercancías, de cambios, de contabilidades, haberes y deberes, pagos y cobros.
Decir información a fines del siglo XV e inicios del siglo XVI es decir escritura, libros y documentos, entre ellos inventarios y relaciones de las mercancías con las que se comerciaba, con información de entradas y salidas, de precios de compra y venta; obligaciones de pagos o préstamos hechos a particulares o instituciones que acudieron al amparo del dinero de los mercaderes en caso de necesidad, la de pagar a los hombres de guerra entre ellas. La escrituración de muchos de los negocios mercantiles pasó por las manos de los notarios, que daban fe de las obligaciones mencionadas, pero también de asientos, conciertos, compromisos, capitulaciones, prorrogaciones, obligaciones, pagos, deudas, recepciones de moneda de cambio y, claro es, compraventas, en las que todas las mercancías imaginables tienen cabida, sean hierros de Bilbao, lanas de Burgos, pasteles de Toulouse o vinos de Burdeos.
El asentamiento de mercaderes extranjeros en Castilla y de castellanos en el extranjero y el acrecentamiento de operaciones mercantiles, canales de comercialización y distribución de productos fueron posibles merced a la letra de cambio, documento privado por excelencia que hizo posible girar dinero en un lugar por un concepto concreto para que fuera pagado en otro diferente.
Inventario de libros de la compañía Trechsel en el que se detallan sus títulos, número de volúmenes, precio y valor total de las mercancías.
Traslado de una carta de obligación del concejo de Valladolid con Francesco Antenori, Bernardo Uguccioni y otros, por los 460 ducados que dieron al concejo para el socorro de Medina del Campo en tiempo de las Comunidades.
Certificación de la compra de vinos en Burdeos y La Rochelle por parte de Jean Simonetti, mercader de Middelburg, para entregar a Alessandro Antinori, mercader florentino, residente en Amberes.
Libro inventario de la compañía de Juan de Junta, florentino, Alejandro Cánova, borgoñón, Gaspar Trechsel, lionés, y otros, libreros todos de Salamanca.
Esquema explicativo del Libro de Caja del mercader Juan de Lezama.
Libro Mayor o de Caja del mercader bilbaíno Juan de Lezama en el que se encuentra anotada la cuenta del mercader inglés Thomas Dal.
Escritura de capitulación por la que se crea una compañía, por cuatro años, para la venta de libros entre Juan de Junta y sus socios, mercaderes, vecinos de Salamanca, con Gaspar Trechsel, vecino de Lyon, y Lorenzo de Anticeno, mercader alemán, vecino de Medina del Campo.
Traslado de varias partidas contables del Libro de Caja de Balduino Barbier, mercader vecino de Amberes, traducidas de francés a latín.
Esquema explicativo del funcionamiento de una letra de cambio.
Letra de cambio de Galván Buoniseni y compañía a Felipe de Ortal, vecino de Zaragoza, ordenando pagar 506,25 ducados a Martín Gómez. Va adherida al testimonio del protesto.
Letra de cambio de Álvaro de Soria a Gómez de Santander ordenando pagar 159 164 maravedís a Eduardo Escaja y Bernaldo de Grimaldo, genoveses, estantes en Sevilla.
Letra de cambio de Álvaro de Soria a Gómez de Santander ordenando pagar 245 801 maravedís a Peroti Miguel.
Letra de cambio de Tristán de Sahagún a Gregorio de Escobar, estante en Florencia, ordenando pagar 500 ducados de oro a Alemán y Jácome Salviati.
Tercera letra de cambio de Tristán de Sahagún a Pedro Jiménez del Castillo, estante en Amberes, ordenando pagar 250 coronas de oro a Alonso de Espinosa.
Protesto presentado por Michelle de Colle, en nombre de Alemán y Jácome Salviati, de una letra de cambio librada por Tristán de Sahagún (documento 17).
Protesto presentado por Juan Ambrosio de Busto, mercader milanés, residente en Amberes, en nombre de la compañía de Gian Carlo degli Affaitati, de diecinueve letras primeras de cambio.