Donaciones del Archivo Histórico Nacional

Biblioteca y Archivo de Vicenta Cortés Alonso

Vicenta Cortés Alonso nació en Valencia, en 1925. Sus primeros estudios los realiza en la Escuela Cossío, centro público adscrito a los principios pedagógicos de la Institución Libre de Enseñanza. Estudió Filosofía y Letras y, en 1954, ingresó en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Sus líneas de investigación se orientaron sobre la historia de la esclavitud y la historia de América, y de estos trabajos quedan multitud de fichas de los documentos que consultó en archivos muy diversos, que suponen un gran caudal informativo. Esta doble formación americanista y archivística le permitió iniciar una carrera profesional en América que ha servido de lazo y nexo con los archivos españoles hasta hoy en día.

En 1959 obtuvo una beca de la Organización de Estados Americanos (OEA) para estudiar en Estados Unidos el sistema archivístico americano, siendo contratada por la Fundación Hispánica de la Biblioteca del Congreso para hacer una “Guía de los papeles hispánicos de la División de Manuscritos”. Su estancia en EE.UU. le permitió entrar en contacto con Schellenberg, gran teórico de la archivística, y con los directores de los sistemas archivísticos americanos. De hecho, fue la única participante española en la Primera Reunión Interamericana sobre Archivos (PRIA) de Washington en 1961, donde se asentaron las bases del desarrollo archivístico de los países iberoamericanos. Paralelamente a su proyección en los archivos de América Latina, en España ha desarrollado una carrera administrativa que comenzó en el Archivo General de Indias y ha finalizado en el Archivo Histórico Nacional como jefa de la Sección de Consejos. Después de su jubilación, en 1990, ha seguido activa como presidenta de la Asociación Nacional de Archiveros, Bibliotecarios, Museólogos y Documentalistas (ANABAD) y colaborando en la formación y difusión de los Archivos, además de haber recibido números homenajes y condecoraciones tanto en España como en Latinoamérica.

Estas múltiples actividades explican la riqueza de su archivo, en el que destaca la amplia correspondencia, los múltiples ficheros de documentación que Vicenta Cortés quiere poner a disposición de la investigación, los guiones y el material de trabajo utilizado en sus proyectos, algunos de los cuales no llegaron a ver la luz, la colección de fotografías de todos los eventos archivísticos de los que ha sido testigo a lo largo de su carrera, sin contar con los testimonios de sus aficiones personales como el cine, ya que archiva los guiones de las películas que ve diariamente desde su jubilación. En su amplia biblioteca se refleja los diversos intereses de Vicenta Cortés como bibliófila, más allá de la archivística o de la historia de América. Como todo gran maestro, en su biblioteca se hallan los testimonios de su red de alumnos, de sus contactos científicos, de forma que muchos de sus autores no se localizan en las bibliotecas universitarias ni en la Biblioteca Nacional de España.

El volumen de esta donación se puede cuantificar de forma aproximada, en 70 ml. para la biblioteca y 50 ml. para el archivo