La contemplación de un sello sugiere una serie de interrogantes: ¿a quién perteneció? ¿qué instrumento se utilizó para su impresión? ¿de qué material está hecha la impronta y cómo se une al documento? ¿qué significado tienen las figuras? ¿qué expresa la leyenda? Para dar respuesta a la curiosidad del espectador, hemos seleccionado algunos sellos representativos a través de los cuales vamos a típificar sus elementos esenciales.
Los sellos que presentamos forman parte de las colecciones -ya sea de originales o de réplicas- del Archivo Histórico Nacional. Todos ellos son del período medieval, elegido por ser el más significativo del sello en tanto que elemento de validación del documento. En esta época el sello tiene una dimensión fundamental, ya que, por él, su dueño se compromete al cumplimiento de lo escrito. Pero el sello es sobre todo signo, el titular del sello se esfuerza por reflejar su identidad en la imagen elegida, de ahí la importancia de desvelar la relación entre el elemento significante y la idea significada.
El sello aporta en este sentido una información valiosísima sobre las creencias, la cultura, las aspiracones, la sensibilidad y los sistemas de simbolización de quienes los utilizan. A través del estudio comparativo de los sellos de una sociedad se pueden descubrir ciertas constantes como son la moda, los gustos, los sentimientos y la mentalidad colectiva.