No hay un antecedente único del modelo de ciudad hispanoamericana. A la influencia de los asentamientos autóctonos habría que unir la de las fundaciones peninsulares de los Reyes Católicos inmediatamente anteriores a la llegada de Colón a América (realizadas ya como manifestación renancentista de aspiración al orden geométrico y a la racionalidad), y planeando sobre todo ello, la idea renacentista de la "ciudad ideal", con los ejemplos vitrubianos o de Vasari, entre otros.
No obstante los precedentes, el fenómeno urbanístico implantado por España en América tiene personalidad propia y singular.