En Europa se denominaron con el término “dominotier” a las estampas religiosas populares y los naipes xilografiados que se manufacturaron y comercializaron durante toda la Modernidad, dedicándose algunos de ellos a confeccionar papeles pintados para decorar las habitaciones de las gentes acaudaladas.
Los papeles de algodón con más colorido y decoración xilografiada datan del siglo XVIII. Las matrices de madera de peral a veces estaban decoradas con bandas y objetos metálicos, siendo utilizadas para imprimir tanto textiles como papeles.
En España se conocieron como papeles de Damasco. Sus diseños eran más estilizados e imitaban los patrones de las primeras ropas importadas de Oriente Próximo, y a menudo fueron usados para decorar las mesas .