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Tiempo de crisis, tiempo de reforma (siglos XIV a XVI)

Tiempos de crisis

Al igual que sucedía a otras entidades monásticas, la situación económica de Cornellana durante los siglos XIV y XV no atravesaba sus mejores momentos. El monasterio sufría frecuentes agresiones por parte de miembros de las poderosas familias del entorno y del vecino concejo de Salas: robo de materias primas, enajenación de propiedades, incumplimiento de exenciones tributarias, destrucción de la documentación que probaba los derechos del monasterio, etc. sucediéndose en el tiempo los pleitos entre unos y otros. A todo ello se añadiría el problema de la encomienda:

… siendo los dichos monesterios e eglesias fundados e dotados de los reys onde nós venimos e por los condes Fernánd Gonçales e Garçía Ferrandes, su fijo, e del conde don Sancho e por los sennores de Lara e de Vizcaya, que algunos rricosomnes e cavalleros e escuderos, atrevidamientre, sin rrazón e sin derecho, non catando el serviçio de Dios nin el peligro de sus almas, que ocupavan e tomavan los logares, aldeas e vasallos de los dichos monesterios e eglesias en nonbre de encomiendas, levando d’ellos dineros e pan e otras cosas e faziendoles servir por sus cuerpos assy en lavores de sus heredades commo de castiellos e fortalezas, que fazían e en todo servidunbre commo sy fuessen sus vasallos exenptos, e non dando logar a los dichos abbades, priores e abbadesas e prioras e rregidores de los dichos monesterios e eglesias para servisse de los dichos sus vasallos, por la qual rrazón los dichos monesterios e eglesias eran venidos en grand pobleza e sse non podían mantener nin ffazer aquel sserviçio que a Dios devién por las almas de aquelos que los fundaron e dotaron.

En este documento de 22 de enero de 1380 el rey Juan I de Castilla Nueva ventanaordenaba a su hermanastro el conde Alfonso Enríquez Nueva ventana, que tenía «las encomiendas del dicho monesterio en el coto de Cornellana e en el conçejo de Salas e en el coto de Renón», que devolviese al monasterio esos lugares de los que se había apropiado y pusiese fin a los «muchos agravios e sinrazones» que cometía contra sus vasallos.

El coto de Luerces, por su parte, estaba cedido a los Miranda desde finales del XIV; en 1481 el papa Sixto IV Nueva ventana tuvo que intervenir obligando a Diego de Miranda a devolver toda la hacienda enajenada y en abril de 1490 los Reyes Católicos conminaban al corregidor del Principado de Asturias a que forzara al de Miranda a respetar las leyes que prohibían la tenencia de monasterios en encomienda (AGS-RGS,LEG,149004,148). Sea como fuere, en agosto de 1507 Lope de Miranda había asaltado el monasterio y prendido al abad Juan Fernández y miembros de su familia tenían encastillados tanto Cornellana como el monasterio de Obona Nueva ventana (AGS-RGS,150708,164).

Tampoco en el aspecto espiritual Cornellana brillaba como adalid de las observancias monásticas. Un informe judicial fechado en enero de 1300 relataba cómo un grupo de malhechores, entre los que se encontraban antiguos miembros de la comunidad, atacaban a los vecinos del coto y cometían amenazas, extorsiones y secuestros, haciendo partícipe de las ganancias obtenidas al propio abad del cenobio.

La situación no había mejorado cuando en septiembre de 1381 el obispo de Oviedo Nueva ventana realizó una visita al monasterio. Don Gutierre de Toledo detectó importantes irregularidades y elaboró unas constituciones et ordenaciones que pretendían reconducir a la comunidad hacia un correcto seguimiento de la regla de san Benito: que todos los monjes hicieran su profesión delante del abad; que guardasen la preceptiva obediencia a los superiores; que se apartasen de sus mancebas e hijos; que se guardara silencio en la iglesia, claustro, refectorio y dormitorio; que comiesen y durmiesen en común; etc. Pero también incidía en la mala gestión económica abacial, que gozaba de «gran tiempo acá, las dos partes de todos los bienes rayzes (…) enajenados et acabillados», con gran menoscabo de su hacienda.

Las luchas intestinas tampoco ayudaban. En el Archivo General de Simancas Nueva ventana se conservan documentos alusivos a la disputa que enfrentaba a Juan Fernández y a Diego Fernández en 1489 por la posesión del título abacial (AGS-RGS,LEG,148905,149). El provisor de Oviedo, Gregorio de Herrera, y Fernando González, abad de Teverga, fueron nombrados árbitros en el conflicto (AGS-RGS,LEG,148905,148), y Fernando el Católico Nueva ventana ordenó al prior de San Salvador de Oviedo, Alonso Rodríguez de León, tener en secuestro el monasterio hasta que se dirimiese el conflicto (AGS-RGS,LEG,148908,291). El resultado fue favorable a Diego Fernández, al que encontramos actuando como abad de Cornellana en mayo de 1490:

Los abades comendatarios

Otro importante problema que afectó a Cornellana y a otros muchos monasterios durante los últimos años del siglo XV y primer tercio del XVI fue el de los abades comendatarios. Estos prelados -las más de las veces clérigos seculares (obispos y cardenales italianos y españoles), otras incluso laicos-, a los que los pontífices habían encomendado la administración de abadías y monasterios -de ahí el nombre de abades comendatarios-, no habitaban en el monasterio, sino que gobernaban las distintas comunidades a través de procuradores y disfrutaban de sus rentas desde la corte romana o sus respectivas sedes episcopales y cardenalicias.

Antonio de Yepes, autor de la Coronica general de la Orden de san Benito Nueva ventana , patriarca de religiosos (1609-1621), se refiere a ellos con estos términos:

En muchas ocasiones en que hemos tratado de los Monasterios de España, y de fuera de ella, se ha dicho, como los Abades seglares comendatarios, los destruían, y asolavan, por lo qual los Reyes destos Reynos pretendieron sacarlos de su poder, porque no tratavan del bien de los religiosos, sino de aprovecharse de sus haziendas, rentas, y possesiones, y era tanta el hambre, y sed destas Harpias, que no se contentavan con usurpar la hazienda, y renta de una casa, sino que se solian apoderar de dos, y tres, y quatro; tiempos miserables, y de cismas, fueron causa destos abusos.

Conocemos el nombre de algunos de estos abades: Francisco de Borja (1441-1511) Nueva ventana , cardenal arzobipo de Cosenza; Luis de Peñafiel Nueva ventana , deán de la catedral de Oviedo y datario pontificio; Juan Cortés Nueva ventana , sacristán mayor de los Reyes Católicos; Lorenzo Campeggio (1474-1539) Nueva ventana , cardenal obispo de Sabina y legado pontificio; Alonso Enríquez (ca. 1497-1577) Nueva ventana , abad de Valladolid; y Francisco de Solís Quiñones (¿-1545) Nueva ventana , obispo de Bagnorea. Su paso por Cornellana ha dejado huella en nuestros archivos. Francisco de Borja, por ejemplo, envió en 1507 a Alonso Cuervo Nueva ventana como procurador para tomar posesión de los monasterios de Obona y Cornellana, cuya administración le había concedido el papa Julio II Nueva ventana , cuando se encontró que ambos estaban en manos de los Miranda, por lo que el Consejo Real de Castilla tuvo que intervenir a su favor:

A la muerte del cardenal arzobispo de Cosenza en 1511, el rey Fernando el Católico Nueva ventana presentó a Juan Cortés Nueva ventanasu sacristán mayor, al abadiato de ambos monasterios, Obona y Cornellana.

(AGS,RGS,151112,026).

El 23 de enero de 1512 Julio II extendió unas litterae executoriae dirigidas al obispo de Segovia, a Antonio Sancho de Cervera, canónigo de la Iglesia de Coria, y al vicario de la Iglesia de Oviedo informando de la concesión de la encomienda de Obona y Cornellana en favor de Juan Cortés tras haber renunciado a la misma el hasta entonces obispo de Barcelona Enrique de Cardona Enríquez Nueva ventana, elegido ese mismo día obispo de Monreale (Sicilia) (AHN,CLERO-SECULAR_REGULAR,Car.3479,N.14).

Tiempos de reforma

Mientras tanto, aires nuevos soplaban en el panorama benedictino castellano. El rey Juan I, que promovió durante su reinado una renovación de la vida monástica, había fundado un monasterio de monjes “prietos” (negros) dedicado a San Benito en su alcázar de Valladolid Nueva ventana (1389). El monarca pretendía el retorno a una rigurosa observancia de la regla y atajar la lacra de los abades comendatarios, para lo cual impuso el gobierno por medio de un prior temporal y la perpetua clausura “al modo de las monjas de santa Clara”. Estas costumbres se fueron paulatinamente extendiendo a otros cenobios a lo largo del siglo XV y finalmente, favorecida por la reforma de las órdenes religiosas emprendida por los Reyes Católicos, en 1500 se erigió la Congregación de San Benito de Valladolid Nueva ventana, que terminaría incorporando todos los monasterios benedictinos de la Corona de Castilla.

En 1522, como sabemos por una carta de Juan de Miranda, procurador general de la Congregación en Roma, dirigida al abad general Diego de Sahagún el 10 de febrero de 1523, se tenía la concordia hecha con el comendatario de las casas de cornellana e obona nostri ordinis oventensis diocesis, y se estaba negociando la pensión que recibiría el comendatario, que a la sazón era Alonso Enríquez, al renunciar a ambas (AHN,CODICES,L.898: Carta 1).

Sin embargo, antes de que se resolviese el acuerdo, la administración de ambos monasterios fue encomendada por el papa Paulo III Nueva ventana a Francisco de Solís en 1529. Alonso Enríquez, que había acordado con Alonso de Toro, abad de San Benito de Valladolid, la reducción de Obona y Cornellana a la observancia, union e incorporcion a la congregacion de Valladolid, se reveló y emprendió acciones judiciales contra Solís, pero fue condemnado por tres sentencias y executoriales (AHN,CODICES,L.898: Carta 3).

Mientras tanto, las negociaciones continuaban con el nuevo abad. El 6 de agosto de 1536 el procurador Bartolomé de Trespaderne escribía al abad general de la Congregación, informando del acuerdo llevado a cabo con Solís: Al fin se resuelbe que no quiere menos de CCC ducados; no se si es mucho, aunque fuese algo mas de lo que merescen se lo aviamos de dar por asosegar estas cosas, porque a la verdad el naturalmente no puede mucho vivir, que es viejo, y aun temo que las renuntie porque se que es inportunado (AHN,CODICES,L.898: Carta 2).

El 25 de agosto de 1536, tras recibir del obispo de Bagnorea los derechos que tenía sobre San Salvador de Cornellana y Santa María de Obona, Paulo III los anexionó a la Congregación de San Benito de Valladolid, en respuesta a la solicitud realizada por su abad general y por el emperador Carlos I.

Durante un tiempo el monasterio estuvo gobernado por presidentes, pero el 16 de mayo de 1543 Diego de Sahagún, abad de San Benito de Valladolid y su Congregación, nombró primer abad y perlado de Cornellana a Juan de Plasencia, el cual tomó posesión de su cargo el 23 de ese mismo mes y año. Comenzaba una nueva etapa en la vida de San Salvador de Cornellana.

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