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La invasión francesa con la consecuente Guerra de Independencia Española (1808-1814) y la Desamortización Eclesiástica
de la primera mitad del siglo XIX constituyeron dos hitos trascendentales en la historia de las órdenes religiosas
, y de un modo especial en lo que se refiere a su patrimonio artístico, bibliográfico y documental.
Sus edificios fueron vendidos y sus templos se convirtieron en parroquias de los barrios o villas surgidas a su vera. Un elevado número de sus obras de arte desaparecieron a consecuencia de la destrucción y el expolio del que fueron objeto; otras pasaron a cubrir las necesidades de las parroquias pobres, mientras que una mínima parte llegaría a los Museos Nacionales o Provinciales. Lo mismo habría que decir de sus bibliotecas, muchas vendidas al peso, otras enviadas a las provinciales, o del ingente patrimonio documental monástico, que tras su paso por las Delegaciones Provinciales de Hacienda y la Real Academia de la Historia acabaría ingresando en el recién creado Archivo Histórico Nacional (Real decreto de 28 de marzo de 1866).
El Monasterio de Cornellana fue escenario de alguna de las incursiones de las tropas napoleónicas en Asturias. La primera tuvo lugar en mayo de 1809, cuando las tropas del mariscal Michel Ney tomaron el monasterio como cuartel y caballerizas durante su avanzadilla hacia Oviedo. La segunda, en abril de 1810, cuando el general Jean-Pierre-François Bonet se enfrentó en el puente sobre el Narcea a los defensores asturianos.
Mientras tanto, el Real Decreto de 18 de agosto de 1809 (BOE núm. 234, de 21 de agosto de 1809) del gobierno del rey José I Bonaparte
, suprimió las órdenes religiosas masculinas, ordenándose la elaboración de inventarios y la incautación de bienes y propiedades. Se desconoce el alcance de los daños, pero en el inventario del archivo monástico de 1820 se constató que los documentos se encontraban en una confusion con motibo de la ultima Guerra con los Franceses por haverse apoderado de este Monasterio y estrozadole padeciendo mucha ruina los papeles.
Los monjes no regresaron a Cornellana hasta 1814 con la Restauración absolutista; pero en octubre de 1820, durante el Trienio Liberal , nuevos decretos desamortizadores los expulsaban nuevamente e incorporaban sus bienes al Estado. Los inventarios realizados a tal efecto pueden consultarse en el Archivo Histórico Nacional. Entre los meses de enero y febrero de 1821 se realizó el Ymbentario de los libros, quadros, mapas y documentos curiosos que se hallaron en el monasterio de Cornellana, en presencia del abad Juan de Negueruela (AHN,CLERO-SECULAR_REGULAR,5027).
En la biblioteca, una vez se hubo organizado su contenido, pues los libros estaban dispersos y dislocados, se contabilizaron un total de 482 volúmenes; el salon de la Camara -sin duda alguna, la sala o cámara abacial-, adornaba sus paredes con un mapamundi y sendos mapas de Asia, África y América realizados segun las últimas observaciones echas por el Sr. Abad Clobet de la Academia Rl. de las Ciencias de Paris, como los conservados en el Archivo Cartográfico de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército:
Respecto al inventario de cuadros, se recogen cuatro lienzos con imágenes de santos (Antonio abad, Vicente Ferrer, Catalina y uno no identificado que, podría ser tanto un san Jerónimo como una Magdalena penitente), aunque no indica las estancias donde se hallaban.
Del archivo se anotan en este momento un total de treinta y siete instrumentos, bajo el epígrafe de Bulas pontificias, rescriptos, concesiones de reyes y otros documentos curiosos. Más adelante se haría otro mucho más amplio en el que se recogió la documentación de carácter económico (títulos de propiedad, apeos, censos, etc.).
En este mismo archivo se custodian otros inventarios, como el de efectos muebles y semobientes, que incluye el de vasos sagrados y mas alajas y hornamentos de la Yglesia de noviembre de 1820 (AHN,CLERO-SECULAR_REGULAR,5027) o el de fincas, que incluye una descripción pormenorizada de las diferentes estancias que componen el conjunto monástico, realizado en febrero del año siguiente (AHN,CLERO-SECULAR_REGULAR,L.8923)
La exclaustración y pérdida definitiva del patrimonio del monasterio llegó a partir del Real decreto de 11 de octubre de 1835 por el que se suprimían, exceptos algunos casos concretos, “todos lo monasterios de órdenes monacales”. Apenas un mes después, los 19 monjes que componían la comunidad cornellanense abandonaban el monasterio y desconocemos su nuevo destino (AHN,FC-Mº_HACIENDA,3641). Únicamente sabemos por una relación de exclaustrados residentes en la diócesis de Oviedo de marzo de 1839, que seis de ellos eran naturales del mismo Cornellana (AHN,CLERO-CULTO_CLERO,191).
Uno de los monjes se quedó como cura de la Parroquia de San Juan de Cornellana. Otros volvieron a sus respectivas casas, en donde recibieron las pensiones "para asegurar de una manera estable la decorosa manutención de los monjes y religiosos" y concedidas por la Ley de exclaustración de 29 de julio de 1837 . En el Archivo General de la Administración (AGA), dentro de la serie: Expedientes de haberes pasivos del clero, de la Dirección General de la Deuda Pública
, se han localizado los del sacerdote Pedro Moreno Montejo y del monje de coro, Gabriel Soto Sáenz de la Peña.
Como bien nacional, el edificio del suprimido monasterio fue subastado en Oviedo el 17 de noviembre de 1844, siendo adquirido por José Onofre López, vecino de Salas. En sus dependencias instaló una fábrica de manteca, pero terminó vendiéndolo a la diócesis de Oviedo en 1878, fecha a partir de la cual quedó sin uso determinado.
Ya entrado el siglo XX, la declaración de San Salvador de Cornellana como Monumento Nacional el 3 de junio de 1931 no sirvió de mucho. Si durante un tiempo se emplearon como escuelas algunas dependencias del piso alto del claustro y como casa del párroco las que daban a la fachada principal del monasterio, durante la Guerra Civil fue utilizado como cuartel y cárcel por las tropas sublevadas, conservándose de ambas etapas diferentes grupos de grafitis (abecedarios, caricaturas, vivas, etc.).
Tras la contienda bélica el estado del edificio era lamentable, por lo que la Dirección General de Regiones Devastadas encargó al arquitecto Luis Menéndez Pidal la restauración de la torre románica y las cubiertas de la iglesia, labor que llevó a cabo entre 1939 y 1941, como podemos ver en los expedientes conservados en el Archivo General de la Administración (AGA) de Alcalá de Henares (AGA,26-0271; AGA,26-16452; AGA-31-06004).
Habrá que esperar casi cuarenta años para que se pusiera en marcha una nueva etapa restauradora. Entre 1976 y 1979 Eduardo González Mercadé, arquitecto de la Dirección General del Patrimonio Artístico del Ministerio de Cultura, elaboró dos proyectos de restauración que contemplaban la consolidación de los ábsides y torres del templo, así como cubiertas nuevas para todo el edificio monástico (AGA,26-01169-184; AGA,26-01192,184; AGA,26-01591; AGA,51-11352; AGA,51-11372). En 1982 la zona del claustro y antiguas dependencias se encontraba en un estado lamentable de conservación, pero problemas presupuestarios obligaron a José Luis Rodríguez-Noriega Vizcaíno, autor de un nuevo proyecto de restauración, a centrar sus esfuerzos principalmente en el templo: consolidación, saneamiento y reposición del pavimento; picado y revoco de bóvedas y paramentos; demolición de muros en el sotocoro; reposición de algunas piezas de sillería; y una nueva iluminación. Las intervenciones en el claustro y exteriores fueron mínimas. En 1984 presentó un proyecto modificado, pero la transferencia de competencias en materia de patrimonio cultural al Principado de Asturias paralizó su ejecución (AGA,26-00461; AGA,51-11398).
Nuevos proyectos contribuyeron a restaurar el edificio, pero de modo parcial, hasta que en 1998 la Comisión Mixta interministerial del Programa 1% Cultural aprobó una actuación rehabilitadora integral para la instalación en el monasterio de un Centro Documental de la Ruta Norte del Camino de Santiago, una hospedería y un albergue de peregrinos, manteniendo el uso parroquial del templo. El obispado ovetense cedió el uso del edificio al Ayuntamiento de Salas y la Consejería de Cultura del Principado encargó la redacción de un plan director. Una escuela taller llevó a cabo diversas intervenciones entre 1999 y 2002. Tras la firma de un convenio de colaboración con la Consejería de Cultura y Turismo del Principado de Asturias, en junio de 2011 el Ministerio de Fomento licitó las obras de la 1 fase, pero la crisis económica obligó en diciembre de 2012 a cancelar el proyecto. Fue el Principado de Asturias el que entre 2014 y 2017 llevó a cabo parte de esas obras (reconstrucción de la cubierta del claustro, iglesia y torre románica). En octubre del 2022 se suscribió un protocolo de actuación entre el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el Arzobispado de Oviedo, el Ayuntamiento de Salas y el Principado de Asturias para reanudar la rehabilitación de San Salvador de Cornellana y después de algunos retrasos las obras comenzaron en septiembre de 2023.
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