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Creación de la Línea 1 del metro de Madrid (1917 - 1945)

Templete metro Gran Vía (Sign. AGA-F-00176-05-020) Pulse para ampliar Templete metro Gran Vía

La red del metro de Madrid Nueva ventana, una de las redes de transporte subterráneo más antiguas de Europa, fue un proyecto impulsado para modernizar la capital española, y así equipararla al resto de capitales europeas. El 17 de octubre de 1919 se inaugura la primera línea de metro que conectaba Cuatro Caminos con Sol, iniciando así una revolución en el transporte público.

Tal fue el éxito conseguido con esas ocho estaciones iniciales (Puerta del Sol Nueva ventana, Red de San Luis, Hospicio, Bilbao, Chamberí Nueva ventana, Martínez Campos, Ríos Rosas y Cuatro Caminos), que, con el paso de los años, el número se iría ampliándo hasta convertirse en la gran red del metro de Madrid que conocemos hoy en día.

Durante la Guerra Civil española Nueva ventana, el metro sufre toda una serie de destrozos por los continuos bombardeos, llegando a utilizarse como refugio antiaéreo en los momentos en los que se bombardeaba la ciudad de Madrid. Tras el conflicto, durante los años 50 y 60, se desarrollan los trabajos para una nueva expansión de la red de metro, construyéndose nuevas líneas y modernizándose las estaciones ya existentes. Estas intervenciones no sólo se producen a nivel de la propia infraestructura de las líneas del metro, sino que también se produce unamodernización de los trenes, haciéndose más cómodos, mejorando así la experiencia del viaje.

En 1961 tiene lugar el último gran hito que terminaría de dar forma a la red de metro. Será la inauguración de la línea que une Cuatro Caminos Nueva ventana con Ciudad Universitaria, que acabaría por convertirse en la columna vertebral del sistema de metro.

Sign. AGA-Alfonso-34-009321-11 Pulse para ampliar Bombardeos sobre Madrid. Los refugiados en el metro
Sign. AGA-Alfonso-34-009321-17 Pulse para ampliar Bombardeos sobre Madrid. Refugiados en el metro
Sign. AGA-Alfonso-34-009321-27 Pulse para ampliar Bombardeos sobre Madrid. Refugiados en el metro
Sign. AGA-Alfonso-34-009321-40 Pulse para ampliar Bombardeos sobre Madrid. Refugiados en el metro

El proyecto

El 12 de enero de 1917 Nueva ventana se hace efectiva la concesión por Real Orden del proyecto para el Ferrocarril Metropolitano de Madrid a la Compañía Metropolitana Alfonso XIII Nueva ventana, a los mandos del ingeniero Miguel Otamendi Nueva ventana junto con Mendoza y González.

Sin embargo, no es ésta la primera ocasión en la que se intentó dar a la ciudad una red de metro. En 1892 Pedro García Faria, arquitecto municipal de Barcelona, consigue la concesión por parte del Gobierno para el estudio previo del ferrocarril eléctrico subterráneo dentro del perímetro de Madrid. La idea era que, tras ese estudio, su propuesta se pudiese llevar a cabo en el Canal de Isabel II. Sin embargo, el arquitecto tuvo que hacer frente a toda una serie de modificaciones que le fueron señaladas desde el Ayuntamiento de Madrid Nueva ventana, y presentar un nuevo proyecto ante el Ministerio de Agricultura Nueva ventana. A pesar de todo el esfuerzo, el proyecto no se realizaría y la ciudad tendría que esperar hasta 1917 para que se iniciase el nuevo y definitivo proyecto.

Sign. AGA-Alfonso-otamendi-miguel-009 Pulse para ampliar Miguel Otamendi, Antonio González Ocharte y Carlos Mendoza (Foto del Estudio ALFONSO)

El proyecto inicial estaba compuesto por cuatro líneas que cubrían una extensión de 14 kilómetros. Con una visión global de las necesidades presentes, pero también de las futuras con las que pudiera tropezar la capital, se pensó en todo momento en la muy posible expansión y crecimiento de Madrid, para así configurar una red adaptable a las circunstancias que pudieran ir surgiendo con el paso de los años.

A pesar de todo este planteamiento, en torno al proyecto hubo muchos escépticos, probablemente por una desconfianza ante la modernidad que supondría para la capital la aparición de este revolucionario medio de trnasporte. Tal fue la nula confianza que despertaba la idea, que sólo hubo un banco dispuesto a apostar por el proyecto: el Banco de Vizcaya. Posteriormente, Alfonso XIII donaría un millón de pesetas, hecho que sirvió para que el resto de instituciones y personas infuyentes empezasen a confiar y participar en el mismo, y así se pudo lograr reunir el capital necesario para que la construcción saliese adelante.

Los ingenieros al mando del proyecto fueron Antonio González, Carlos Mendoza y Miguel Otamendi, hermano este último del arquitecto y colaborador en los proyectos de Antonio Palacios, Joaquín Otamendi. Tras dos años y tres meses de construcción queda inaugurada la red de transporte subterránea de Madrid,

En la actualidad se ha convertido en una de las líneas subterráneas más largas del mundo por detrás de ciudades como Londres y Moscú.

Sign. AGA-26-22156-04628-001 Pulse para ampliar Portada del Proyecto de replanteo para la línea del Metro de Madrid, de Miguel Otamendi
Sign. AGA-26-22156-04628-002 Pulse para ampliar Portadilla del Proyecto de replanteo para la línea del Metro de Madrid, de Miguel Otamendi
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Planos del Proyecto de Replanteo para la Línea 1 del Metro de Madrid, realizado por el ingeniero Miguel Otamendi

📜 AGA: Sign. AGA-26-22156-04628-001

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AGA-26-22156-04628-012-1-5 Pulse para ampliar Hoja Nº1, Plano general del trozo Puerta del Sol-Martínez Campos
AGA-26-22156-04628-014 Pulse para ampliar Hoja Nº2, Perfil longitudinal del trozo Puerta del Sol-Martínez Campos
AGA-26-22156-04628-020 Pulse para ampliar Hoja Nº3, Estación Red de San Luis, planta
AGA-26-22156-04628-022 Pulse para ampliar Hoja Nº4, Estación Red de San Luis, secciones
AGA-26-22156-04628-024 Pulse para ampliar Hoja Nº8, Sección en curva de 90 metros
AGA-26-22156-04628-028 Pulse para ampliar Hoja Nº10, Secciones de alcantarillas
AGA-26-22156-04628-030-1-5 Pulse para ampliar Hoja Nº11, Perfiles longitudinales de alcantarillas
AGA-26-22156-04628-032 Pulse para ampliar Hoja Nº12, Reposición de servicios de alcantarillas
  • Aportación de Antonio Palacios

Su participación en este caso se traduce en que fue nombrado arquitecto de la Compañía de Ferrocarril metropolitano en 1917, y, como había ocurrido con otros de sus proyectos, éste se convierte en uno de sus trabajos más importantes, que le permitirá, además, impactar de nuevo en la sociedad madrileña y dejar huella en el proceso de modernización experimentado en la ciudad durante las primeras décadas del siglo XX. Su función principal dentro del proyecto fue la de diseñar no solo la apariencia exterior del nuevo medio de transporte, como por ejemplo podrían ser las estaciones; sino que también se ocupó de la decoración de sus interiores.

Uno de sus objetivos principales fue intentar crear un diseño único que se diferenciase de todas las líneas subterráneas creadas hasta ese momento. Las estaciones de Madrid se pensaron para una sociedad acostumbrada a la luz viva de las calles exteriores, por lo que sería necesario crear vestíbulos claros y luminosos, evitando la sensación de agobio o ansiedad que pudiese provocar el andar bajo tierra. Todos estos requisitos y justificaciones aparecen recogidos por el propio Miguel Otamendi en su proyecto. Es de este modo que, partiendo de estas premisas, Antonio Palacios consigue, sirviéndose de la cerámica procedente de diferentes regiones españolas (por ejemplo Sevilla o Toledo), generar toda una decoración interior única e individual en cada una de las estaciones principales de la ciudad. Las estaciones se pensaron y proyectaron teniendo muy presente el barrio en el que estaban ubicadas. En base a esto, por ejemplo, se hizo la decoración interior, de la estación de la Puerta del Sol, que al ser el más punto céntrico de la red, dio lugar a que su decoración se hiciera más suntuosa, más "espléndida", para así impresionar a todo aquel que llegaba de fuera de la ciudad.

El logo del Metro de Madrid fue otra de las aportaciones del arquitecto, un diseño que apenas ha cambiado desde que se configuró, compuesto por el rombo y el rectángulo que enmarcan la palabra metro desde sus inicios.

Palacios fue arquitecto colaborador de la compañía durante 25 años, participando en sus proyectos, no solo el de la línea 1, sino que también los de la 2, 3 y 4. En la actualidad, algunos de los detalles que ideó se siguen manteniendo, y se han querido conservar aquellos presentes, por ejemplo, en las estaciones de Chamberí, en el vestíbulo de Pacífico y la estación de Tirso de Molina.

Sign. AGA-F-00176-05-020 Pulse para ampliar Templete de Gran Vía
Sign. AGA-F-00178-05-011 Pulse para ampliar Templete de Gran vía
Sign. AGA-F-00178-05-014 Pulse para ampliar Boca del metro de Santo Domingo
Sign. AGA-Alfonso-otamendi-miguel-002 Pulse para ampliar Foto de Miguel Otamendi del Estudio ALFONSO de Fotografía

Conociendo a Miguel Otamendi (1877 - 1958)

Hermano de los reputados arquitectos Joaquín y Julián, se decantará por la ingeniería al igual que su hermano José María. Será el primer concesionario de la Red Metro de Madrid.

Tras acabar sus estudios de Bachillerato, se desplaza hasta Madrid para continuar sus estudios de ingeniería de caminos, acabando con 21 años y convirtiéndose en el primero de su promoción. Posteriormente, se presenta a diferentes concursos, como el proyecto de un puente para la ría de Bilbao, y llegó a establecerse en París para ampliar sus estudios. Formará parte de la sociedad de ingenieros proyectistas Mengemor, una de las primeras grandes empresas españolas productoras de electricidad, y participará en proyectos relacionados con los saltos eléctricos.

Entre 1914 y 1919 ejerce como profesor de la escuela de Caminos y será en este periodo de su carrera cuando se le conceda el que será uno de los proyectos de su vida: la creación del ferrocarril metropolitano de Madrid. Unas obras en las que participará junto a otros ingenieros inciandolas en 1917 hasta que finalmente es inaugurado en 1919.

Miguel Otamendi, no solo será uno de los ingenieros al mando de la construcción, sino que además desempeñará el cargo de director-gerente del metro, y, a partir de 1950, la presidencia de su Consejo de Administración. Aparte de esta labor, también colaboró en la Revista de Obras Públicas y en numerosas publicaciones técnicas de la época.

Dado su papel e implicación en el proyecto, se dice que se declararía como patrón de los trabajadores del metro al Arcángel San Miguel, como homenaje al gran promotor del proyecto, Miguel Otamendi.

Publicación sobre la inauguración

Fuente: BNE Nueva ventana

Pulse para ampliar Publicación "Nuevo Mundo, 24 de octubre de 1919, pp.17" BNE
Pulse para ampliar Publicación "Nuevo Mundo, 24 de octubre de 1919, pp.18" BNE
Pulse para ampliar Publicación "Nuevo Mundo, 24 de octubre de 1919, pp.19" BNE
Pulse para ampliar Publicación "Nuevo Mundo, 24 de octubre de 1919, pp.20" BNE

La nave de Motores de Pacífico

Ubicada en un espacio pensado por el propio Antonio Palacios, se diseña un conjunto de cinco edificios cuya configuración sería la siguiente: una planta rectangular donde estarían ubicados los motores (sería la propia nave de motores); por otro lado, tendríamos otra nave de menor tamaño adosada a la anterior con la batería de acumuladores. Junto a esto, habría otro pequeño edificio de tres plantas adosado a la cabecera de la nave que albergaría los equipos eléctricos de menor tamaño; otro destinado a oficinas, taller y vivienda; y finalmente, una nave unifamiliar destinada al responsable de las instalaciones.

Como era de esperar, Palacios configuró cada uno de los espacios teniendo en cuenta las funciones para las que serían utilizados y, por tanto, adaptando los interiores a las necesidades de cada uno de ellos.

En cuanto a la estética utilizada por el arquitecto, recuperará algunos elementos, estilos y recursos, tanto pasados como contemporáneos a su época, como por ejemplo en el caso del neomudéjar. Consciente de la función que cumplía el espacio, diseñó la decoración de manera que, las áreas dedicadas a los motores, estuvieran desprovistas de elementos decorativos; mientras que el lugar destinado para albergar las oficinas, más visibles a posibles visitantes, sí que estarían decoradas. Lo mismo ocurría con la cerrajería, estrictamente funcional en las zonas de trabajo y más elaboradas en las zonas visibles.

  • ¿Cuál fue la función de esta nave de motores?

Tras la inauguración de la primera línea de metro en 1919, ésta fue creciendo hasta el estallido de la Guerra Civil y, como consecuencia de la situación, surgió la necesidad de conseguir una vía fiable y estable para suministrar energía a todo este nuevo sistema de transporte. Se decide, por parte de los ingenieros José María y Manuel Otamendi, crear la Nave de motores de Pacífico. Se inaugura en el año 1924 y se convertirá en la de mayor potencia instalada en España hasta ese momento.

Tras el estallido de la Guerra Civil, sería gracias a esta nave de motores que se pudo suministrar electricidad a toda la ciudad de Madrid. Con el tiempo, pasado el conflicto, el proyecto de ampliación de la red de metro de Madrid continuó con la creación de nuevas líneas pasando en 1955 a las manos del Estado, que se encargaría a partir de ese momento de las nuevas obras que se fueran a llevar a cabo en el futuro. Poco a poco esa nave de motores quedó obsoleta y tuvo que dejar paso a nuevas compañías capaces de proporcionar un suministro más regular y adaptado a tiempos más modernos.

El edificio y espacio pasó a considerarse histórico y será el 11 de abril de 2013 cuando el Consejo de Gobierno declare Bien de Interés Cultural el espacio asegurando de ese modo su protección.

Inauguración del metro de Madrid

📜AGA: SIGNAGA: 519 - IDD: (03)124.002

Inauguración del Metro Atocha-Vallecas

Inauguración del Metro de Tetuán

Inauguración del Metro de Tetuán

Inauguración del Metro Atocha-Vallecas

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