Carta del Director General de Industrias Culturales y del Libro, Óscar Sáenz de Santa María Gómez-Mampaso, con motivo del Día Mundial de la Propiedad Intelectual, 26 de abril de 2017
Al objeto de alcanzar la mayor difusión y concienciación posible en el ámbito internacional, los Estados miembros de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual eligieron el 26 de abril para celebrar el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, fecha que a su vez rememora la entrada en vigor en 1970 del Convenio constitutivo de la organización, firmado tres años antes en la ciudad sueca de Estocolmo.
Como Departamento competente en la defensa y protección de la propiedad intelectual, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte se suma activamente un año más a esta iniciativa anual que cuenta ya con casi veinte ediciones, y que cada 26 de abril viene abanderada por un lema diferente, siempre relacionado con las funciones que los derechos de propiedad intelectual e industrial tienen en el fomento de la creatividad y la innovación.
Para el año 2017, el lema escogido es “La innovación mejora la vida”, resaltando cómo las ideas y la creación repercuten en nuestra vida diaria, haciéndola más cómoda y segura, permitiéndonos disfrutarla más e impulsando el progreso. El escritor y dibujante Alfonso Rodríguez Castelao afirmaba que “el verdadero heroísmo está en transformar los deseos en realidades y las ideas en hechos”, y es que toda evolución humana ha estado siempre ligada a la introducción de nuevas creaciones.
Sin embargo, cualquier debate o iniciativa que tengan presentes a la innovación deben tomar en consideración el papel que desempeña la propiedad intelectual, la cual se erige como un elemento indispensable para transformar los conocimientos y las ideas en verdaderos activos de progreso. La protección de los derechos de propiedad intelectual genera las condiciones necesarias para que se establezca un marco seguro que permita invertir en creatividad e innovación, se premie a los creadores y se les anime a desarrollar nuevas ideas y proyectos, que pueden ser un libro, una composición musical o una obra cinematográfica, pero hoy también un programa de ordenador, un material educativo digital multimedia, o unos contenidos accesibles mediante un dispositivo de realidad virtual.
El fomento de una oferta cultural con contenidos innovadores y de calidad y la actualización del marco jurídico de protección de los derechos de propiedad intelectual constituyen dos de los objetivos primordiales de las actuaciones de la Secretaría de Estado de Cultura. Las medidas adoptadas hasta el momento, tanto legislativas, como institucionales y operativas, han obtenido resultados positivos y cuantificables, pero es necesario continuar ejecutando acciones claras y sólidas para la defensa de estos derechos.
Prueba de ello es el Plan Cultura 2020, hoja de ruta para la actuación de la Secretaría de Estado de Cultura en los próximos años, donde hasta nueve proyectos van encaminados al refuerzo en la defensa y protección de los derechos de propiedad intelectual.
En este sentido, cabe destacar, entre estas estrategias y proyectos, la mejora de la aplicación de los criterios legales para remunerar adecuadamente el valor económico de los derechos de autor, la puesta en marcha de actuaciones de sensibilización sobre la oferta legal de contenidos culturales y sobre la defensa de la propiedad intelectual, o la dotación de mayores y mejores recursos a la Comisión de Propiedad Intelectual.
Son acciones, todas ellas, que persiguen el objetivo último de garantizar que en España se continúe avanzando en la consolidación de una política protectora de los derechos de autor y derechos conexos y se cuente con instrumentos eficaces en esta materia.
Decía con mucha razón José Ortega y Gasset que “sólo es posible avanzar cuando se mira lejos, y sólo cabe progresar cuando se piensa en grande”, pero todo ello necesita de un entorno en el que la innovación y la creatividad se vean adecuadamente reconocidas e incentivadas.