Archiveros y conservadores de museos constituyen cuerpos especiales de personal funcionario, específicos e históricos dentro de la Administración General del Estado, cuyo valor reside en su alta especialización, competencias, experiencia y prestigio profesional. Cuentan con facultativos, ayudantes y auxiliares para las distintas responsabilidades y funciones.
El Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, con una sección específica para Archivos y otra para Bibliotecas, es uno de los más antiguos de la Administración española; fue creado en 1858.
El papel que desempeña España, como potencia de primer orden en el ámbito museístico, no podría explicarse sin la participación de funcionarios de los de tres Cuerpos Especiales (Facultativo, Ayudantes y Auxiliares) del Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos, que reúne a empleados públicos especializados en materia museística. El histórico Cuerpo Facultativo tiene su origen en la sección de Anticuarios creada dentro del Cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios en 1867. En 1973 la ley 7/1973, de 17 de marzo, creó el Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos. En la actualidad, las funciones de los Conservadores de Museos, según establece la Ley de 16/1985 de PHE y el Reglamento de Museos de Titularidad Estatal (RD 620/1987) son las relacionadas con la adquisición, conservación, documentación, investigación, exhibición y difusión de las colecciones, además de las relacionadas con la institución en cuanto a la gestión y planificación. Otros cuerpos son: