El 1 de junio de 1978 se inauguraba en Washington la ampliación de la National Gallery, que mostraba cómo dar nueva vida a un museo existente. El 29 de diciembre entraba en vigor la nueva Constitución española y una ola de optimismo fue inundando nuestras administraciones públicas. La Dirección General de Bellas Artes de la mano de Dionisio Hernandez Gil, de Manuel de las Casas, y de Paloma Acuña al frente de los museos estatales, inició a principios de los años ochenta una excepcional labor de renovación de estas instituciones, dotándolas de nuevos programas y uniendo el respeto por el patrimonio heredado con el compromiso con la arquitectura de nuestro tiempo.
Dos realizaciones fueron trascendentales: la nueva sede del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida proyectada por Rafael Moneo y la renovación del Museo de Cádiz, siguiendo el plan director de Javier Feduchi. La primera colocó a España en el mundo de los museos; la segunda nos enseñó como regenerar nuestros museos por fases. A esto siguió una extensa e intensa labor de renovación que en 1997 se decidió difundir por medio de la exposición “Museos españoles. La renovación arquitectónica”, que fue exhibida en veinte y dos ciudades de Iberoamérica.
Ficha: 62/100 Unidad: Subdirección General de Museos Estatales.