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Cartel taurino. Madrid. 1927 (Museo del Traje)

Cartel taurino 1927. Museo del Traje Pulse para ampliar

Cartel de seda de la Corrida de Toros Regia celebrada en la plaza de Madrid el 28 de mayo de 1927, a beneficio de la construcción de la Ciudad Universitaria. En la parte central del cartel, rodeada por un marco de decoración vegetal, aparece una escena taurina, en la que un toro galopa en el interior de una plaza de toros. Sobre ella, se aprecia una vista de la fachada renacentista de la Universidad de Alcalá de Henares y, en la parte superior del cartel, las inscripciones en caracteres de color azul con el motivo de la corrida y dos escudos de armas de colores azul, rojo, blanco y dorado. La escena taurina que aparece en la parte central es obra del pintor Roberto Domingo (1883 - 1956), que ilustró un gran número de carteles taurinos en la primera mitad del siglo XX en España. Creó escuela con una obra heredera del impresionismo, llena de color, en la destacan los temas taurinos.

Sabemos por las crónicas que ese día se engalanó la plaza con guirnaldas de rosas. De los palcos y balconcillos se colgaron reposteros de la Casa Real y colgaduras de la Diputación Provincial. La corrida estuvo presidida por los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg, acompañados por los infantes Jaime, Beatriz e Isabel. El palco regio se decoró con flores amarillas y rojas y en el ruedo se extendió un tapiz con el escudo de España y otros motivos alusivos a la Ciudad Universitaria y al XXV aniversario de la coronación de los monarcas.

En la corrida se lidiaron tres toros de la ganadería de D. José Bueno, formada con toros del Marqués de Albaserrada, para su lidia a caballo por los jinetes Antonio Cañero y Simao Da Veiga, y seis toros de D. Matías Sánchez Cobaleda, vacada formada con reses del duque de Veragua, que correspondieron a los matadores Rafael Gómez “El Gallo”, Manuel Jiménez “Chicuelo” y Cayetano Ordóñez “Niño de la Palma”.

Los rejoneadores Cañero y Simao fueron ovacionados en sus respectivos toros. Rafael Gómez “El Gallo”, primer espada a pie del festejo, torero de inspiración y duende, toreó esa tarde airoso con la capa y realizó una gran faena al primero de su lote, obteniendo una aclamada oreja. Por su parte, Manuel Jiménez “Chicuelo”, torero excepcional, imprescindible para entender el toreo moderno, no tuvo suerte con su lote. Federico M. Alcázar en su crónica del diario “El Imparcial” decía que el maestro sevillano tuvo una “tarde gris, en la que no hizo nada extraordinario, pero tampoco nada feo.” El rondeño Cayetano Ordóñez “Niño de la Palma”, tercero del cartel, torero hondo y artista, tampoco tuvo suerte esa tarde.

Museo del Traje

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