Número de inventario: 47012-47015. Segorbe (Castellón de la Plana).
Arcilla. Cuerpo: alt. 32,5; diám. máx. 22; tapadera: alt. 7; diám. máx. 13 cm.
La gran especialización formal alcanzada por la producción alfarera en España se encuentra perfectamente ilustrada en la pieza que nos ocupa, la cual tradicionalmente era utilizada para purgar los caracoles de tierra como paso previo a su consumo. La cría de caracoles o, simplemente, su recolección con vistas al consumo se encuentran ampliamente extendidas por toda la Península desde antiguo.
Al respecto, J. M. Fraile Gil (1998: 193) brinda el ejemplo de la provincia de Guadalajara donde, los caracoles eran recogidos y purgados para, posteriormente ser guisados. El mismo autor sostiene que en Guadalix de la Sierra se afirma que estos animales sólo pueden consumirse en los meses que tienen “erre”, precaución que se explicaría por coincidir con el estío el ciclo reproductivo de estos animales. Pero, además de ser apreciados como alimento, los caracoles también han sido los protagonistas de juegos y pasatiempos infantiles. Así, lo certifican las innumerables letrillas de canciones populares que aluden a esta actividad entre los niños que habitaban los suburbios pobres de Madrid. También, J. M. Fraile Gil brinda información acerca del carácter simbólico del caracol que, por su elasticidad y textura, remiten en la cultura tradicional española, al órgano sexual masculino.
Por último, es relevante destacar la creciente importancia que, desde la segunda mitad del siglo XX, viene adquiriendo en España el sector económico dedicado a la cría (helicicultura) y recolección (helicicolecta) de caracoles con destino a su comercialización tanto en el mercado nacional como internacional (J. R. Arrébola y R. M. Álvarez, 2001).
Pieza donada por Helen M. Knecht-Drenth y Tijmen Knecht.
LMM