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Amuleto

Amuleto

Número de inventario: 1528. Toledo.

Mandíbula de ciervo volante, plata. 2,5 x 1 cm.

Entre los numerosos objetos utilizados en España con mira supersticiosa, es decir, atribuyéndoles poderes preservativos, ocupa el lugar más destacado una serie de amuletos que incluye todo tipo de dientes y mandíbulas de animales, desde el erizo al tiburón, así como una amplio repertorio de cuernos y extremidades: mano de tasugo (tejón), rabo de lagartija, etc. Todos ellos se caracterizan por su forma en punta o penetrativa, circunstancia que les permite enfrentarse al mal y defender convenientemente a su portador. En 1905 Salillas diferenció un grupo de amuletos procedentes de la anatomía animal, denominándolos amuletos terroríficos, puesto que proyectan sobre el mal su imagen espantosa, consiguiendo así ahuyentarlo. A esta categoría pertenecen los amuletos aquí agrupados.

Si bien en la mayoría de los casos se trata de dientes, cuernos o extremidades auténticas (los seis primeros), en los dos restantes ejemplos estamos ante representaciones de carácter escultórico, imitativas por tanto del mundo animal. Así, con escayola se ha reproducido el diente de un gran mamífero marino (nº 10093), y en hueso se han tallado las fascinantes líneas helicoidales del mágico apéndice del unicornio (nº 13721). El uso de estos amuletos estaba extendido por igual entre hombres, mujeres y niños, siendo también muy común en algunas zonas peninsulares su empleo para proteger a los animales (nº 6844). En el origen de esta creencia hay que situar las virtudes curativas de los polvos de algunas de los apéndices citados, productos habituales en las farmacias españolas de los siglos XVI y XVII.

Publicado en C. Baroja de Caro (1945: 28, lám. X), N. de Hoyos Sancho (1966: 39-40) y C. Alarcón Román (1987: 47, il).

Esta pieza 1528 fue donada por el Seminario de Etnografía y Arte de la Escuela Superior de Magisterio.

MAHF

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