Número de inventario: 15161. Elizondo (Navarra).
Madera de abedul. 16,5 x 13 cm.
En la tradición de la zona Vasco-Navarra encontramos desde antiguo una clara vocación hacia las actividades pecuarias. Las ovejas, vacas y cabras, y por consiguiente la leche y sus derivados (queso, cuajada, requesón) van a constituir la base de la economía del caserío, tanto por su consumo como por la comercialización de los mismos.
Los pastores contaban para la elaboración y manipulación de estos productos lácteos con una serie de recipientes específicos, los kaikuak (cuezos de madera), realizados artesanalmente desde tiempo inmemorial bien por ellos mismos o bien por artesanos locales.
De entre todos ellos, los ejemplos que aquí se muestran son claramente representativos: el kaiku, la abatza , la idazkia o iragazkia y la oporra.
La idazkia (iragazkia, iyakazkie, iriztontzia) es un colador con forma de embudo que se fijaba en el borde de la abatza mediante la horquilla o gancho que posee en el dorso, y se utilizaba para el filtrado de la leche. En su interior el pastor introducía un manojo de ortigas (siempre abundantes en la zona) de manera que cuando la leche se deslizaba la suciedad quedaba retenida en la pelusa de las hojas pasando la leche completamente limpia. Con esta operación se conseguían eliminar las impurezas sólidas que pudieran haber caído en el kaiku durante el ordeño. El manojo de ortigas era sustituido en cada filtrado. Además de servir de filtro, las ortigas concedían a la leche un agradable sabor. En algunas ocasiones como material filtrante se empleaban hojas de helecho, copos de lana de ovejas del mismo pastor o un trapo de gasa (X. Otero, A. Epalza y F. de Leizaola, 1987: 90).
El uso de los kaikuak en la actualidad es muy restringido, y poco a poco han sido sustituidos por otros recipientes más económicos fabricados en serie. Aunque hoy en día los kaikuak se pueden seguir realizando por artesanos locales (cada vez más escasos) éstos han perdido en la mayoría de los casos la función para la que fueron creados tradicionalmente, comercializándose sobretodo con una finalidad decorativa o bien para servir típicos postres lácteos de la zona como las cuajadas en algunos restaurantes de “ambiente rústico”.
La pieza 15161 ha sido donada por el Ayuntamiento de Baztán.
CHD