Oso de peluche. "Teddy Bear"

Número de inventario: 82894.

Fibras sintéticas. 47 x 30 x 17 cm.

El oso, el perro y el conejo son los compañeros inseparables de los niños pequeños. Aunque ya existían con anterioridad los animales “de trapo”, es a comienzos del siglo XX cuando hace su aparición uno de los juguetes más conocidos y extendidos por todo el mundo, aún hoy en día: el osito de peluche o teddy bear.

Según la idea más generalizada, su nombre se lo debe al presidente de los Estados Unidos Theodore Roosvelt, que, durante una cacería, se negó a disparar contra un osezno, y un dibujante, Clifford K. Berryman hizo una viñeta política sobre el suceso que se publicó en The Washington Post del 16 de noviembre de 1902.

La alemana Margarete Steiff quería crear un juguete tanto para niños como para niñas: un animal de aspecto humano y articulado, de fieltro y relleno de pura lana de oveja. En un principio pensó en un mono, pero su sobrino le sugirió el oso, basado en los dibujos hechos al natural de estas fieras en el Zoo de Stuttgart. El primer modelo, que se llamaba Freund Petz se presentó en las ferias de Nueva York y Leipzig en 1903. A partir de esa fecha, los osos de peluche se hicieron muy famosos tanto en Europa como en Estados Unidos, y Steiff y otras empresas de juguetes aumentaron notablemente su producción y sus ventas.

Los primeros osos trataban de tener un aspecto más real. Estaban hechos con materiales naturales: felpa de mohair, relleno de lana y garras de fieltro. Además muchos tenían una bocina que funcionaba cuando se le estrujaba o zarandeaba. La introducción de nuevos materiales, como la seda artificial y la felpa de rayón y pana, supuso un cambio en su diseño y producción: osos con hocicos y patas más cortas, sin una postura encorvada, cuerpos más rellenos y garras de pana.

CGHR