Número de inventario: 12021. Toledo.
Arcilla. Alt. 23,3; diám. máx. 20,2 cm.
El águila, cuya representación encontramos en la parte central de esta orza, es una de las figuras más comunes y antiguas en la heráldica y se la suele representar de frente con sus alas extendidas y levantadas. En su versión bicéfala, también denominada águila imperial o explayada, se la ha empleado mucho en las armerías de todo el mundo, sobre todo en las de los soberanos. Además, el águila, como rey de los pájaros es símbolo de altura y en consecuencia de espiritualidad, pero también es el emblema del rayo, del poder, de la acción guerrera y mensajera de lo sobrenatural (J. L. Morales y Marín, 1986: 30-31). En la pieza que nos ocupa, esta asociación con el poder aparece reforzada por la presencia de la corona imperial española sobre las cabezas del animal. En este sentido, debe precisarse que este tipo de motivo para la decoración de los botes de farmacia, no es aleatorio. Durante el siglo XVIII, Talavera la Reina fue el centro alfarero encargado de producir las vasijas destinadas a la conservación de los medicamentos de la botica Real (T. Sánchez-Pacheco, 1997: 322). Las características decorativas de este conjunto de piezas –que en gran parte se conserva hoy en la Farmacia del Palacio Real– responde a la corriente estilística de la serie azul de principios de siglo, y, como símbolo de pertenencia a la Corona, muchas de ellas fueron adornadas con motivos tales como el escudo de España, leones rampantes o la corona imperial. Finalmente, como evidencia la orza que observamos, este tipo de vasijas caracterizadas por una fuerte uniformidad estilística, trascendió a lo largo del tiempo aunque con claros signos de decadencia artesanal propios de la producción en serie.
LMM