Lebrillo

Número de inventario: 4209. Murcia.

Arcilla. Alt. 13; diám. máx. 48,5 cm.

El destacado lugar que ocupa el toro dentro de la cultura popular española, se encuentra ampliamente evidenciado en distintas formas de expresión plástica. La cerámica, lejos de constituir una excepción a este fenómeno, en muchos casos ha sido el soporte elegido para la representación de este animal, como ocurre en el del lebrillo que nos ocupa. En efecto, el toro es considerado en España como el prototipo de la fuerza y el valor, llegando a ser definido por algunos autores como el animal totémico español (M. Martín Sánchez, 2002: 347). Así, el protagonismo que asume el toro en fiestas tradicionales como las corridas, las capeas o los toros ensogados no hace más que reproducir y reforzar su carácter mítico. En la Antigüedad, fue incluso adorado como deidad en las Islas Baleares. Son conocidas las escenas de la cueva de Altamira, el arte rupestre de Cuenca y Teruel, o los verracos celtibéricos fechados desde el siglo IV a. C. (J. L. Morales y Marín, 1987); todas estas representaciones pictóricas y escultóricas del toro, hablan de la importancia que el ser humano ha dado a este animal desde tiempos prehistóricos en el ámbito de la península.

Finalmente, teniendo en cuenta el marcado carácter emblemático del toro, su presencia como motivo central en esta pieza viene a aportar a esta última una cuota de autenticidad y simbolismo que redunda en su función decorativa. Efectivamente, muchos de estos objetos, que en su momento pudieron servir como vajilla de uso cotidiano, hoy han perdido aquel valor funcional para convertirse en elementos suntuarios.

LMM