Número de inventario: 45837. Villafranca de los Caballeros (Toledo).
Arcilla. 21,5 x 3,5 cm.
La flauta que aquí se muestra constituye una de las populares piezas de alfarería que actualmente son realizadas en Villafranca de los Caballeros por los ceramistas Peño, quienes tratan de unir la herencia y el modo de hacer tradicional con conceptos más vanguardistas y renovadores (L. Martínez y P. Ríos, 1988: 14 -15).
Realizada en un tipo de arcilla rojiza, que adquiere un color blanco y ligeramente rosado tras su cocción (J. Llorens Artigas y J. Corredor-Matheos, 1982: 110), esta flauta de cinco agujeros llama notablemente la atención por la iconografía animalística elegida para su decoración, totalmente alejada y en contraposición al viejo ideal de belleza. En ella, animales repletos de connotaciones negativas, símbolos de todo mal para el Cristianismo, tratan de buscar su “embellecimiento”. Por un lado, una serpiente zigzagueante, imagen por antonomasia del pecado y del demonio, y por otro, una cabeza en posición frontal de macho cabrío, el animal lascivo, sucio e impuro bajo cuya apariencia se oculta para los cristianos el Diablo y el Anticristo (H. Biedermann, 1993: 286, 420 y A. M. Di Nola, 1992).
El origen y la idea de incorporar a estas flautas de barro este tipo de temática de tan nefasto signo, es relativamente reciente (desde hace poco más de treinta años) y en cualquier caso, no surgió con ninguna otra pretensión que no fuera la meramente decorativa; eso sí, utilizando para tal fin, al igual que sucede cada vez más en el arte de nuestros días, imágenes o motivos no considerados tradicionalmente como bellos o moralizantes.
La demanda comercial que existe hacia este tipo de piezas, adquiridas como elemento decorativo, da cuenta del cambio que se está experimentando en el gusto estético del consumidor, permitiendo a los artistas y artesanos utilizar como mecanismos de reclamo motivos completamente impensables hace tiempo.
La pieza es una donación de Helen M. Knecht-Drenth y Tijmen Knecht.
CHD