Número de inventario: 14631. Talavera de la Reina (Toledo).
Arcilla. Alt. 44; diám. máx. 41,7 cm.
A través de la historia, el ser humano ha plasmado en su cultura material, la importancia otorgada al mundo animal. Dentro de este inagotable repertorio, el león ocupa un lugar destacado, siendo elegido como uno de los principales protagonistas en la heráldica. Al león, en efecto, se le atribuyen cualidades como las del poder, la sabiduría, la justicia y la soberanía, explicando esta última, la extendida representación del felino con una de sus garras apoyadas sobre el globo terrestre (J. L. Morales y Marín, 1986). Asimismo, la antigua creencia en que este animal dormía con los ojos abiertos, también le ha valido el atributo de la vigilancia y es por ello que se lo encuentra representado en esculturas a la entrada de templos y edificios oficiales. Pero de todas estas atribuciones, quizás la más significativa sea la que lo asocia a la monarquía. En este sentido, el carácter emblemático que este felino tiene para muchas de ellas, y en especial para la monarquía española, encuentra su justificación en los paralelismos establecidos entre los atributos del león y aquéllos que, en teoría, debería exhibir todo monarca. El león es efectivamente el rey porque es el más fuerte de los animales, cualidad que a su vez es esencial a los reyes. A. San Vicente Pino (1991: 16), también señala que el color dorado con el que se los suele representar se asocia con la naturaleza clara y lúcida del oro. A su vez, este metal por su maleabilidad y pureza posee las virtudes propias de ser reunidas por todo monarca.
Quizá, en este caso, toda la simbología esté ausente y la elección de estos animales pueda explicarse por su carácter estético, más que por su carga ideológica.
LMM